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Volkswagen

La gama alta de Volkswagen, también señalada por fraude

Por David PastorTiempo de lectura2 min
Economía24-11-2015

Audi, filial del grupo Volkswagen, ha reconocido la existencia del software que truca las emisiones de Co2 en sus vehículos. La EPA había denunciado hace tres semanas la opacidad de esta marca. En ese momento el Grupo desmintió que los modelos señalados por la agencia ambiental estuvieran afectados. Mientras tanto, las autoridades alemanas siguen realizando la investigación de hasta 23 marcas de fabricantes de vehículos, alemanas y extranjeras, con el fin de averiguar si ha existido también manipulación en el número de emisiones.

Finalmente, el lunes 23 de noviembre Audi admitió la trampa efectuada para modificar el número de emisiones de óxido de nitrógeno, también en modelos de gama alta. La sombra del fraude se amplía ahora hasta 85.000 vehículos con motor diésel de tres litros, en modelos de Volkswagen, Audi y Porsche. La manipulación se ha destapado desde Estados Unidos, donde estas marcas violan la legislación ambiental del país.

Audi ha manifestado su disposición a colaborar con la Agencia Medioambiental Americana (EPA) para medir el perjuicio ocasionado, erradicar el software ilegal y regularizar la situación con los clientes y la legislación estadounidense. El motor V6 TDI de Volkswagen ha sido utilizado por tres marcas del grupo automovilístico, sin embargo, la filial más perjudicada es Audi, con modelos A6 4 A7 4 A8, Q5 y Q7 afectados.

Otros modelos concretos que sobrepasan el número de emisiones son el Volkswagen Tuareg de 2014 y el Porsche Cayenne 2015. Según la EPA, estos vehículos se encuentran equipados con un software informático que sabe interpretar cuándo el automóvil se encuentra en un banco de pruebas, para cumplir así con el límite de emisiones legalmente establecido.

El fraude de las manipulaciones en los motores diésel de Volkswagen estalló el pasado mes de septiembre, cuando el fabricante reconoció la ilegalidad en las emisiones de sus vehículos. Arrastrado por las evidencias, ha ido reconociendo posteriormente otras irregularidades, como la que se destapó el 4 de noviembre con otros 800.000 coches, afectados por un exceso de emisiones de dióxido de carbono. Este escándalo le ha costado ahora una investigación judicial a la multinacional alemana, por presunto delito de evasión fiscal.

Mientras tanto, las evaluaciones de la Autoridad Federal de Transporte Motor (KBA) de Alemania, iniciadas el pasado mes de septiembre, se alargarán hasta mediados de diciembre. En esas fechas tienen previsto emitir un informe público con los resultados de la investigación.