INVESTIGACIÓN
Una mirada más profunda de la primera época de Pablo Picasso
Por Paula García Mora3 min
Cultura24-11-2015
Las obras de los grandes artistas están en continuo estudio y, en ocasiones, esto lleva a nuevos descubrimientos. En este caso, la Universitat de Barcelona (UB) y el Museu Picasso de Barcelona, en el marco del proyecto europeo de Infraestructuras de Investigación Avanzada sobre el Patrimonio Cultural (Charisma), se han unido para realizar un estudio pionero sobre las pinturas realizadas en la adolescencia de Pablo Picasso (1895-1900), descubriendo pinturas subyacentes y apuntes en sus cuadros.
Viejo, Hombre con Boina, Retrato de Josep Cardona i Furró, Hombre al estilo de El Greco, Retrato de Carles Casagemas y Autorretrato con peluca han sido las obras escogidas para realizar este estudio, seis de las que el pintor realizó entre los 14 y 19 años en La Coruña.
El estudio pretendía conocer más acerca de estas primeras obras, que se encuentran normalmente en el Museu Picasso de Barcelona, sometiéndolas a tecnologías de última generación. El análisis in situ realizado por el laboratorio móvil denominado MOLAB “ha contribuido a conocer mejor el proceso de transición creativa del artista desde sus primeros años en La Coruña hasta sus primeras visitas a París, a donde viajó por primera vez en Septiembre de 1900”, según los investigadores.
El descubrimiento más llamativo ha sido el del hallazgo de una composición bajo Hombre con boina donde se han encontrado “atravesando la epidermis de las telas” dos palomas típicas del estilo del primer modelo artístico del pintor: Su padre. Picasso comenzó a pintar a los 14 años animado por Jose Ruíz y Blasco, también pintor y maestro de la escuela de Bellas Artes de La Coruña, y ya se conocía que sus comienzos artísticos estuvieron fuertemente marcados por él. Sin embargo, este nuevo hallazgo sugiere que quizá tuvo más influencia en su hijo de la que se conoce y aún está por clarificar la autoría de esta obra.
Así también, se ha descubierto la causa de la degradación que afectaba al retrato de Carles Casagemas, el rastro del apunte del paisaje urbano de la Barcelona de fin de siglo que quedó escondido bajo Retrato de Josep Cardona i Furró (tela en la que Picasso trabajó tres veces consecutivas) y el fragmento de ejercicio académico que hace testimonio de su paso por la Escola de la Llotja en Hombre al estilo de El Greco. Respecto a la obra central de este proyecto, Autorretrato con peluca, “la vitalidad creadora del maestro se manifiesta en un juego de superposición de imágenes”, cuenta la UB.
El estudio de la composición material de estas obras también ha permitido conocer cuáles fueron los materiales utilizados en estas primeras obras del prolífico autor lo que también es importante ya que “da información del artista, la época y el contexto cultural y geográfico de su obra”, tal como afirma el investigador del Departamento de Química Analítica de UB, José García. Gracias a las técnicas de última generación, se ha detectado la presencia de “blanco de zinc, significativo de las obras cercanas a 1900”, y “negro de huesos y azul de prusia como pigmentos constitutivos de las partes oscuras” lo que parece ser “un rasgo característico de sus primeras obras”.
Aunque las pruebas en las que se hicieron las pruebas de fluorescencia de rayos X, de espectroscopia de inflarrojos y espectrocopia Raman, entre otras, apenas duraron cinco días, los investigadores han trabajado más de un año y medio para poder realizar un informe completo sobre los pigmentos y su composición.