Mundial de Rugby
Humillación europea
Por Javier Birlanga
2 min
Deportes18-10-2015
No bastó con que el XV de la Rosa dijera adiós a las primeras de cambio, dejando Wembley y a los aficionados ingleses con la cara sonrosada. El resto de integrantes del VI Naciones que quedaban en competición fueron eliminados en cuartos de final y algunos, como Francia e Irlanda, de manera abultada y dolorosa. Solamente la anfitriona Gales y Escocia estuvieron cerca de meterse en las semifinales.
El XV del Dragón estuvo bastante cerca de lograr la victoria ante los Springboks. El equipo anfitrión logró neutralizar la potente delantera sudafricana hasta los últimos compases del partido. Ahí fue donde apareció Du Preez para realizar un ensayo a falta de siete minutos que acabó siendo decisivo. 23-19 acabaron ganando los del hemisferio sur, que estarán por cuarta vez en semifinales.
El otro encuentro del sábado enfrentaba a Nueva Zelanda y Francia. Se medían los dos finalistas de la última edición y el final no pudo ser más distinto. Aunque volvieron a imponerse los All Blacks, la diferencia en el marcador fue mucho más desequilibrada. Si en 2011 el resultado fue de 8-7, esta vez los oceánicos vencieron por 62-13. Dan Carter, clave en todos los ensayos neozelandeses, lideró la masacre francesa.
La jornada dominical arrancó con la gran sorpresa de la jornada de cuartos. Argentina apabulló a Irlanda por 40-23 y estará en semifinales por segunda vez en su historia. Los Pumas salieron enrabietados y lograron dos ensayos en los primeros diez minutos. El XV del Trébol logró reponerse y se acercó en el marcador, pero Nico Sánchez lideró a la manada sudamericana para llevarse el triunfo y estar entre los cuatro mejores. El campeón del último VI Naciones dijo adiós.
Solo quedaba Escocia para intentar salvar el orgullo del viejo continente y a punto estuvo el XV del Cardo de dar la sorpresa ante Australia. El conjunto británico empezó bien el encuentro y sacó diferencias, pero los australianos recortaron antes del descanso. La segunda mitad fue para los Wallabies, que voltearon el marcador para hacer soñar a sus aficionados. Sin embargo, un ensayo de Mark Bennett a seis minutos del final dio ventaja a los escoceses que acariciaban su segunda estancia en semifinales. No obstante, en la última jugada del encuentro, Bernard Foley convirtió un golpe de Castigo para llevar el delirio a Sidney.