TURQUÍA

Erdogan confía en obtener la mayoría en las elecciones de noviembre

Por Jesús Espinosa3 min

Internacional11-10-2015

Turquía ha vivido unos de los peores atentados de la historia del país, lo que provoca una inestabilidad política aún mayor en un país que vive dividido. El actual presidente de la República, Recep Tayyip Erdogan, político y economista turco del partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), convocó de nuevo elecciones al perder la mayoría absoluta en junio. Tras el atentado, miles de personas se han manifestado contra el Presidente al que acusan de mantener vínculos con los yihadistas.

El actual presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, salió vencedor de las elecciones parlamentarias de 2002 tras fundar, un año antes, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y tomar su presidencia. Fue en 2003 cuando tomó oficialmente posesión de su cargo y sucedió a Abdullah Gul. Tras más de 11 años como primer ministro de Turquía, en 2014 se presentó a las elecciones presidenciales y también ganó por lo que fue proclamado jefe del Estado en 2014.

Sin embargo, en las elecciones generales de junio de 2015 su partido perdió por primera vez la mayoría absoluta en el Parlamento turco y fue obligado a buscar socio para seguir gobernando. La intención de Erdogan con mayoría absoluta era conformar un sistema presidencialista que le garantizase muchas competencias y esto fue castigado por los votantes que le hicieron perder votos.

Por este motivo, el presidente turco volvió a convocar elecciones para noviembre de este año y así lograr que el AKP obtenga mejores resultados. Ahora, confía en que el caos en el país y el conflicto kurdo le devuelvan su anhelada mayoría en noviembre.  

No obstante, tras el atentado, miles de personas se han manifestado en el país contra el Gobierno turco al que acusan de ser responsable de las muertes por su acercamiento al yihadismo. Al mismo tiempo, critican el no haber tomado las debidas medidas de seguridad en el mitín del sábado.

Erdogan y su acercamiento a la UE

Durante la década pasada, el AKP se benefició del cansancio de una sociedad turca que había vivido varios gobiernos de coalición de los años 90, que llevaron al país a crisis económicas y políticas. Por el contrario, AKP trajo estabilidad y, además, cuando Erdogan llegó al Gobierno declaró que una de sus pretensiones más inmediatas sería la culminación del complicado proceso de adhesión del país a la Unión Europea. Durante sus primeros años al frente del Ejecutivo, éste puso en marcha importantes reformas, especialmente significativas en los ámbitos constitucionales, para estar en sintonía con los parámetros democráticos exigidos para la incorporación de Estados a la Unión Europea.

Actualmente, la inestabilidad política es mucho mayor que se suma al conflicto kurdo y a la amenaza del Estado Islámico. En las pasadas elecciones, Erdogan perdió la mayoría absoluta pero ganó las elecciones. Con el 40,8% de los votos, el partido del actual presidente de la República se impuso al CHP (con el 25% de los votos), al MHP (con el 16,34%) y al HDP (con el 13,07%).

El peso, por tanto, de Davutoglu frente al carisma de Erdogan podrían explicar el retroceso electoral de AKP, que hace tan solo cuatro años rozó el 50% de los votos. Sin embargo, la pérdida de la mayoría absoluta del islamismo político turco no obedece tan solo a una recuperación de sus tradiciones rivales, sino que se ha debido también a una emergencia del voto de protesta de las clases medias urbanas contra la deriva autoritaria de Erdogan, una corriente que ha capitalizado en beneficio electoral el nacionalismo kurdo.

En Turquía existen tres grandes partidos: el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Partido Comunista de Turquía (TKP). El primer es uno de los que más fuerza tiene, mientras que es segundo es el partido más antiguo de Turquía. Se describen como “partido socialdemócrata y fiel a los principios de la República”. Por último, los terceros sufrieron una renovación en 1992 puesto que se enmarcaron en una refundación. Su primera participación electoral tuvo lugar en los comicios de 2002 pero su apoyo se consolidó en 2004, cuando consiguieron en las municipales de Marzo de ese año 85.000 electores.