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LOMCE

La educación en España: siete leyes en 35 años

Por Jesús EspinosaTiempo de lectura3 min
Sociedad08-09-2015

La educación es España ha sufrido muchas modificaciones desde que se aprobara la primera Ley allá por el año 1857. Desde entonces, y sobre todo en el siglo XX, la política ha hecho y deshecho a su antojo leyes educativas buscando perfeccionar el sistema. La última, la reforma de la LOMCE, ley que le costó el puesto al ministro de Educación. La polémica siempre está servida cuando se habla de asignaturas y becas.

La primera ley educativa integral y, por así decirlo, racional que aprobó en España fue la denominada Ley de Instrucción Pública en el 1857. También llamada como Ley Moyano. Se promulgó durante el reinado de la reina Isabel II e intentaba solucionar el grave problema de analfabetismo que sufría el país. Eran tiempos convulsos, desde el punto de vista político, por lo que las universidades no encontraban su cueco en la sociedad. Estaban solamente reservada a unos pocos privilegiados y esta ley tenía como objetivo expandir la educación como una necesidad para los ciudadanos. Durante esta época se formó, por primera vez, un consenso bastante amplio sobre las instituciones educativas que las diferentes normas habían ido implantando.

Esta Ley Moyano supuso la base para que la educación pública en España fuera gratuita, relativamente, para Primaria, centralizada, uniforme, y de libre enseñanza aunque limitada. Por aquel entonces, a diferencia de ahora, el Gobierno central tenía la potestad absoluta para gestionar el sistema educativo.

Durante el franquismo, y tomando como base la mencionada Ley Moyano, se impuso la Ley sobre la Educación Primaria de 1945. Se promulgó en la posguerra y solamente afectó a la enseñanza primaria. Esta ley que complementó después con un decreto que dató del año 1967 que recogía la ideología del régimen de Franco. Cabe recordar que en una dictadura autoritaria basada en la represión la educación fue un instrumento clave para mantener viva la ideología del régimen.

Con esa Ley, la enseñanza primaria se comprendía desde los seis años hasta los doce, y se impartía en diversos tipos de escuelas: nacionales, de la iglesia, de patronato o privadas. Nuevamente el plan de estudios estaba centralizado y organizado de forma cíclica, aunque por primera vez se agruparon los conocimientos en tres tipos: instrumentales, formativos y complementarios.

En los años 70 hubo nuevamente otro gran cambio en las leyes educativas. En 1970 se promulgó otra Ley General de Educación que abarcaba la totalidad del sistema educativo nacional. Los cursos se establecieron como educación maternal, de dos a cuatro años, educación preescolar, de cuatro a seis años, y educación general básica, de seis a catorce años. Después de completar con éxito dichos cursos se otorgaba el graduado escolar y el certificado de escolaridad. Tras los catorce años se accedía al Bachillerato Unificado Polivalente (BUP), al Curso de Orientación Universitaria (COU) o, en su defecto, a la Formación Profesional.

Después, y tras varios años de modificaciones puntuales y ya en democracia, el ex ministro de Educación del Partido Popular, José Ignacio Wert, impulsó la última gran ley educativa que incluso le costó el cargo: la LOMCE. Ésta establecía cambios importantes en el plan de estudios, además de introducir pruebas de evaluación final para obtener el título de Graduado en ESO y el de Bachiller. Con ella los alumnos deberán escoger en cuarto de la ESO entre el bachillerato que conduce a la universidad o una Formación Profesional de Grado Medio. En bachillerato se le dio más importancia a las asignaturas troncales para preparar al alumno para la universidad.

Esta Ley le costó el puesto al ex ministro porque incluida medidas como las reválidas o la religión que fueron criticadas por todos los grupos de la oposición y por varias organizaciones educativas. Religión cuenta para la media del curso aun siendo optativa y también a la hora de dar becas. Ese fue un aspecto también muy criticado de la Ley. Al final la Ley salió adelante y se implantó en Primaria, aunque a la ESO y Bachillerato llega este curso.