CATALUÑA
El PP busca frenar a Mas con la reforma del TC
Por Jesús Espinosa3 min
España05-09-2015
El Partido Popular está buscando la manera de frenar a Mas si éste consigue la mayoría absoluta en las próximas elecciones catalanas y declara la independencia. Aunque en la Constitución ya existe un artículo, el 155, que permite suspender de sus funciones a quién desobedezca la Ley, el PP quiere dar más poder al Tribunal Constitucional (TC) para que sea él quién sancione al presidente catalán.
El PP pretende reformar el TC para dotarle de las herramientas suficientes para hacer cumplir todas las sentencias judiciales a los responsables públicos. La mirada del partido del Gobierno, con esta remodelación del organismo constitucional, está puesta sin duda en el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y sus pretensiones secesionistas ya que en la hoja de ruta de Mas se encuentra la declaración unilateral de independencia. Esta reforma ha recibido numerosas críticas por parte de los socialistas, ya que, según ellos, el PP pretende politizar aún más este organismo y, con fines electoralistas, está ultimando una reforma que llega tarde y mal.
A estas críticas ha respondido el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, quién aseguró que la reforma es necesaria porque “hasta hace muy poco, todas las instituciones y autoridades cumplían la ley”, pero ahora existen representantes públicos que la incumplen “de forma deliberada”. Para el Partido Popular, esta reforma buscar cubrir una laguna legal que se detectó en el TC respecto a este asunto años atrás, aclaró Hernando.
En las últimas entrevistas que ha concedido Artur Mas ha asegurado que seguirá adelante con el proceso independentista en el caso de conseguir una mayoría absoluta en el Parlamento catalán. Sin embargo, si gobierna con mayoría simple, aparcaría un tiempo el debate. Asimismo, también ha desvelado que si pierde las elecciones podría dejar la política.
Felipe González aviva la polémica con una carta sobre la independencia de Cataluña
El expresidente del Gobierno socialista, Felipe González, ha levantado ampollas y ha contribuido a la polémica dentro y fuera de su partido con una carta dirigida a los catalanes. En ella, aseguraba que los catalanes “no se deben de dejar arrastrar a una aventura ilegal e irresponsable que pone en peligro la convivencia entre españoles”. Para él, España está mucho mejor junta que enfrentada entre sí porque reconoce “la diversidad como una riqueza compartida y no como un motivo de fractura”, aseguraba el expresidente.
“Para mí, España dejaría de serlo sin Cataluña y Cataluña tampoco sería lo que es separada”, afirmaba. “No conseguirán, rompiendo la legalidad, sentar en una mesa de negociación a nadie”. Se trata de un lenguaje duro pero directo. Felipe González dejó toda la carne en el asador para hacer reflexionar a los catalanes sobre qué pasaría con una Cataluña independiente.
Sin embargo, el comentario más polémico de la misma fue cuando González comparó la actitud de Cataluña con el nazismo o el fascismo: "Es lo más parecido a la aventura alemana o italiana de los años treinta del siglo pasado. Pero nos cuesta expresarlo así por respeto a la tradición de convivencia de Cataluña. El señor Mas sabe que, desde el momento mismo que incumple su obligación como presidente de la Generalitat y como primer representante del Estado en Cataluña, está violando su promesa de cumplir y hacer cumplir le Ley. Se coloca fuera de la legalidad, renuncia a representar a todos los catalanes y pierde la legitimidad democrática en el ejercicio de sus funciones". Son, sobre todo estas palabras, las que han sido más que cuestionadas desde el independentismo.