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INMIGRACIÓN

Las mafias encuentran negocio en la inmigración

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
Sociedad31-08-2015

¿Cuánto vale la salvación para una persona? Los traficantes de personas conocen el drama que se vive en muchos países y por eso se embolsan hasta 135 millones de euros al año en trayectos en barco o camión en los que sus pasajeros se juegan la vida para huir del drama. Cada viaje cuesta ahora el triple que el año pasado. Las mafias tratan de aprovecharse de la desesperación y hacer negocio a costa de los inmigrantes.

Las mafias se embolsan cada año más de 135 millones de euros gracias al negocio que hacen con las miles de personas que cada día tratan de atravesar nuestras fronteras. Además, cada vez consiguen más dinero de aquellos que buscan desesperados otra vida: cada viaje cuesta hasta el triple y cuádruple respecto a la cifra del año pasado. Un baile de cifras que no deja indiferente a nadie y del que forman parte muchas personas consideradas “ilegales” al llegar a Europa.

Por cada barco en el que van alrededor de 500 personas los traficantes consiguen más de un millón de euros, mientras que una ruta en camión alcanza los 1.000 euros por refugiado. Sin embargo, no sólo ese es el problema, detrás de cada viaje hay numerosos naufragios y en lo que va de año, al menos 2.500 personas han fallecido en el mar mientras trataban de conseguir asilo y refugio, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Tampoco llegan a tierra todos los barcos, que muchas veces el patrón deja a la deriva o tira a algunos de sus ocupantes para liberar el peso.

Además, también existe otra frontera para escapar de la barbarie, es la de la localidad francesa de Calais, donde desde el pasado mes de junio más de una decena de personas han muerto mientras trataban de traspasar las barreras. Se trata de una forma de llegar al Reino Unido a través del denominados Canal de la Mancha, desde donde muchos atisban un futuro mejor. Miles de personas se agolpan a la espera de pasar por esa frontera inquebrantable.

El problema no se extingue una vez que llegan a las fronteras, porque el drama continúa para la gran mayoría. Son muy pocos los que consiguen atravesar las barreras inquebrantables de Europa, pero otros tienen un destino peor: los que no son deportados, son amenazados y robados por las bandas criminales de la zona o la esclavización sexual a la que someten a muchas mujeres que lo único que logran es tocar una pesadilla.

Sin embargo, no se lo pondrán fácil desde el Gobierno británico, ya que el primer ministro, David Cameron, ha advertido que protegerá a sus ciudadanos de la nueva "plaga de inmigrantes sin papeles". Precisamente, Reino Unido ha recibido en lo que va de año a más de 330.000 personas, lo que suponen 20.000 más que durante 2014.

El drama de Lampedusa sigue vivo, como forma de entrar a Occidente. Hace menos de un mes, morían asfixiadas 40 personas a bordo de un barco cargado con otras 400 en las costas de la región y a sólo 34 kilómetros de Libia, pero la tragedia más grave se vivió el 3 de octubre de 2013, cuando fallecieron 366 personas y las autoridades italianas decidieron crear la operación Marenostrum para vigilar y controlar sus costas, donde se evitó que más de 150.000 personas murieran ahogadas.

Al igual que el 19 de abril de este año, cuando un pesquero con 700 pasajeros naufragó cerca de las costas de Libia. Actualmente, la operación Marenostrum no está activa por los recortes económicos, aunque sí existe otra, Tritón, financiada por toda la Unión Europea pero con menos presupuesto y menos kilómetros cubiertos. Por su parte, el papa Francisco ha instado a las autoridades a la cooperación para impedir "los crímenes de estas masacres que ofenden a la humanidad".