OPERACIÓN PÚNICA
La operación Púnica salpica al Gobierno de Cifuentes
(© foto: Guardia Civil - Ministerio del Interior)
Por Jesús Espinosa 3 min
España26-07-2015
Los nuevos partidos alardean de transparencia y de contundencia contra la corrupción. Eso ha provocado que los partidos tradicionales, tanto PP como PSOE, busquen su hueco en esa lucha contra la corrupción. Sin embargo, existe un problema: ellos ya llevan mucho andado. El cerebro de la trama Púnica, el empresario David Marjaliza, ha implicado a nuevos consejeros y diputados madrileños. Ahora la pelota está en el tejado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
La trama Púnica no dejará nunca de sorprender. Cuando parecía que ya no podía haber más implicados, llega el sumario del caso como una bala en el pecho del Partido Popular. En plena modernización de discurso, de logotipo, de caras… le vuelven a bombardean desde los juzgados.
El que fuera el cerebro del entramado corrupto, David Marjaliza, ha implicado a otra batería de funcionarios y consejeros de la Comunidad de Madrid. El más destacado es Jaime González Taboada porque fue número tres en la lista del PP a las elecciones autonómicas de Madrid del pasado 24-M. Además, es consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio en el actual gobierno de Cristina Cifuentes. Marjaliza lo ha vinculado con numerosas operaciones urbanísticas cuando éste era director general de Cooperación con la Administración Local.
Sin embargo, hay más nombres contundentes. Otro es Bartolomé González, exalcalde de Alcalá de Henares y actual diputado del PP en la Asamblea de Madrid. Sorprenden estas nuevas acusaciones porque Cifuentes había alardeado de contundencia y, según parece, en su lista había viejos conocidos de Marjaliza. Un auténtico revés político para la baronesa del PP.
El líder de la Púnica no sólo se ha cebado a citar nombres del Partido Popular, también ha hablado de exmiembros del PSOE que actualmente están en Ciudadanos. Es el caso de Eva Borox. Marjaliza ha citado ante el juez a esta mujer, que actualmente es diputada regional de Ciudadanos, uno de los partidos que más presume de limpieza y que ahora se ve salpicado.
Uno de los primeros acusados, Taboada, no ha tardado en negar cualquier implicación en la trama y ha anunciado su intención de presentar una denuncia ante la Fiscalía por injurias y calumnias. Las afirmaciones de Marjaliza, “una persona imputada y en prisión”, son “absolutamente falsas”, declaraba el Consejero de Cifuentes. Ha insistido en que no tiene “ningún tipo de relación personal, comercial o administrativa” con él.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha optado por defender a su Consejero. Según ha dicho, respalda a Tabuada “pero si cualquier cargo público del PP resultara imputado por corrupción”, exigiría “su dimisión con carácter inmediato”, manifestó Cifuentes. “No está siendo investigado por los jueces y no tiene absolutamente nada que ver con este asunto de la púnica", ha sentenciado Cifuentes.
Ciudadanos, en cambio, ha optado por la prudencia. El portavoz adjunto del partido en la Asamblea de Madrid, Pedro Núñez Morgades, ha manifestado que el partido tiene “esperanzas” de que Borox no esté implicada, pero ha prometido que se le exigirá su acta de diputado en caso de que lo estuviera.
El juez sospecha que la Púnica pagó parte de la campaña del PP del 24-M
El juez de la Audiencia Nacional que investiga el entramado corrupto conocido como caso Púnica, Eloy Velasco, tiene sospechas de que el Partido Popular se haya financiado irregularmente gracias a la trama desde que se inició la instrucción del caso. Unos pagos ilegales que se podrían haber extendido hacia Madrid, Valencia y Murcia, según el juez.
El magistrado saca sus conclusiones de unas conversaciones de Marjaliza con De Pedro en donde hablaban de asuntos comprometedores que debían tratarse “vis a vis”. De Pedro le anunció en la conversación al cerebro de la Púnica que se reuniría con el entonces presidente del Gobierno valenciano, Alberto Fabra, y que éste le pediría tratar el “tema de campaña”. En público, Fabra alardeaba de contribuir a la limpieza de la corrupción en Valencia.
Para el juez, estas palabras estarían situadas “ante la cercanía de la campaña electoral para 2015, en la que parece que los licitadores tienen que contribuir de alguna forma” a cambio de la adjudicación de concursos de obra pública a empresas sobre las que Marjaliza “tendría dominio”.