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LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Los periodistas se han convertido en un objetivo del terrorismo

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura3 min
Internacional22-07-2015

Los periodistas se han convertido en un objetivo de guerra. Nadie quiere testigos cuando se producen atrocidades, y con más razón si se trata de grupos terroristas. España tiene en su reciente memoria otros casos de secuestros. Quizás el ejemplo más reciente es la retención en Siria, y posterior liberación, del periodista de El Mundo Javier Espinosa y el fotógrafo freelance Ricardo García Vilanova. Fueron 194 días de cautiverio.

España ve cómo sus periodistas se juegan la vida en países en conflicto para poder traer información veraz y contrastada de aquellos territorios en manos de grupos terroristas o en conflicto bélico. Tras más de 6 meses retenidos, los periodistas Javier Espinosa y García Vilanova fueron liberados por la banda terrorista que los secuestró. Afortunadamente, los periodistas fueron entregados a militares turcos que, posteriormente, fueron los encargados de ponerse en contacto con las autoridades española.

En el caso de estos dos periodistas ya en casa, pudieron ponerse en contacto con sus periódicos y con sus familias para confirmar que estaban bien. Fue un 16 de septiembre el día que fueron capturados en la provincia de Raqqa, controlada por el Estado Islámico de Irak y Siria. La mala suerte se tomó con ellos cuando ya abandonaban el territorio tras dos semanas cubriendo el conflicto.

En ese caso, la noticia no salió a la luz hasta el 10 de diciembre por deseo expreso de la familia de los dos profesionales. En ese periodo de tiempo, concretamente el 4 de octubre, otro periodista, esta vez de El Periódico de Cataluña, también fue secuestrado. Afortunadamente, también fue liberado.

En ambos casos, el Gobierno “se portó estupendamente”, declaraba el, por aquel entonces, director de El Mundo, Casimiro García-Abadillo. “Han puesto todo de su parte” para la liberación de los periodistas. Lo cierto es que, en estos casos, es el Servicio de Inteligencia español el que coordina todos los pasos que se dan en colaboración con la OTAN.

Es importante recalcar que el objetivo primordial de los grupos terroristas que capturas periodistas es conseguir un rescate. Por eso los europeos se toman como un botín. Es decir, si un grupo pequeño captura a un europeo pero no tiene capacidad ni autoridad para ponerse en contacto con las autoridades del país del rehén, éste se lo traslada a otro grupo más asentado que sí tenga la potestad para hacerlo. Muchas veces son capturados porque se les consideran espías. Pero muchas otras veces, las milicias saben que no son espías pero que pueden conseguir un cuantioso rescate por ellos.

Sin embargo, el ISIS está yendo mucho más allá. Aunque desgraciadamente hay muchos más, son sobre todo tres los casos más sonoros de decapitación de periodistas en manos del ISIS: el periodista estadounidense Esteven Sotloff, el fotógrafo estadounidense James Foley y el periodista japonés Kenji Goto.

En el caso de Foley, fue un 19 de agosto de 2014 cuando la organización yihadista anunció su asesinato. Tenía 30 y llevaba años retenido: había sido raptado el 22 de noviembre de 2012 en el norte de Siria. Foley trabajaba para la agencia de noticias Global Post y el ISIS pidió un rescate de 100 millones de dólares para liberarlo.

Más duro fue el asesinato de Sotloff porque el ISIS lo difundió en vídeo. Lejos de comentar la atroz imagen de la decapitación de una persona, los terroristas quisieron titularlo como “un segundo mensaje a América”. El periodistas trabajaba para la revista Time and Foreign Policy y fue capturado cerca de la ciudad siria de Alepo, tras haber cruzado la frontera con Turquía.

Por último, en el caso del periodista japonés Goto, el Estado Islámico también publicó un vídeo con su decapitación. Esta vez titulado como “un mensaje para el Gobierno de Japón”. Al igual que en los anteriores vídeos, un hombre vestido completamente de negro amenazada al país de origen del rehén.