CATALUÑA
Mas sigue en su empeño de luchar por la independencia
Por Selene Pisabarro3 min
España19-07-2015
El presidente de la Generalitat se empeña en seguir sus propósitos hacia la independencia catalana. Artur Mas está aferrado a un sueño que la Constitución le impide cumplir y que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le advierte que no se hará realidad porque dentro de España también está Cataluña, que no se escindirá de la unidad. Aun así, Mas sigue hacia adelante y no ignora los deseos de una parte de los catalanes.
Advirtió de que convocaría una consulta por la independencia y lo hizo. Aun así, el resultado no fue el esperado: de las seis millones de personas que podían votar en noviembre, tan sólo 2.300.000 acudieron a las urnas. Las dos preguntas que figuraban en la papeleta eran “¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?". Si la respuesta anterior era afirmativa, la segunda cuestión era “¿quiere que este Estado sea independiente?". De los votantes, 1.850.000 votaron a favor, mientras que más de cuatro millones no quisieron contestar, votaron negativamente o no acudieron. Un resultado tan poco esperanzador para Mas como el futuro que ya le habían pintado desde el Gobierno: si convocaba la consulta, acudiría al Tribunal Constitucional.
La respuesta no se hizo de esperar. El Constitucional declaró nulo el resultado de la consulta en febrero. El fallo fue unánime por los 12 magistrados que integran la sala. Del mismo modo, también tumbaron la ley de consultas por la independencia que había elaborado el gobierno catalán para celebrar sus propósitos. Otro varapalo para Artur Mas y, que aún así, no le ha detenido.
Sin embargo, los objetivos de Mas vienen ya de lejos y secundan a sus antecesores. Precisamente, el nacionalismo catalán ha tenido varios momentos clave en la historia, en los que ha levantado las críticas de los partidos políticos y otros organismos como freno a sus intenciones separatistas. Fue el 18 de junio de 2006 cuando entró en vigor el Estatuto de Autonomía de Cataluña, después de que en su votación participaran algo más de cinco millones de catalanes, es decir, un 49,4% del censo. De ese porcentaje, un 73,9% votó a favor de la reforma estatutaria que había propuesto la Generalitat. Aunque el dato parece elevado, en total, supone un 36% de votos favorables de los ciudadanos que tenían derecho a voto.
En aquella ocasión, el Partido Popular, el Defensor del Pueblo y cinco comunidades autónomas (Murcia, La Rioja, Aragón, la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares) lo recurrieron ante el Tribunal Constitucional hasta en siete ocasiones. Sin embargo, el Tribunal resolvió a favor de Cataluña pero declaró catorce artículos inconstitucionales. El 10 de julio de 2010, cientos de catalanes, arropados por la mayoría de partidos políticos excepto, otra vez, el PPC y Ciudatans, se manifestaron contra la resolución del Constitucional.
No parece que esté todo a favor de la futura independencia que plantea el Gobierno de la Generalitat. Muchas entidades que sitúan sus sedes en la comunidad han advertido de que, si sucediese, sus negocios los trasladarían a otro punto diferente de España, es el caso del Grupo Planeta. Otros, ya han comenzado a hacerlo, como Coca-Cola, y múltiples empresas han empezado a sustituir los productos catalanes por otros diferentes. Han comunicado que es la consecuencia de la política independentista que pretende llevar a cabo Artur Mas y que ellos, al igual que la mayoría de los españoles, no van a respaldar.
Pero no sólo las empresas dan de lado al president, también los que hasta hace algunos meses eran sus socios. ERC, ICV y CUP dejaron en octubre a un Mas sin respaldo porque consideraron que no había cumplido sus expectativas. Precisamente, le acusaron de haber desconvocado el referéndum como tal y solamente haber celebrado una consulta. Oriol Junqueras, el líder de ERC, le recriminó que fuera un presidente “poco comprometido” con la sociedad aunque sí advirtió que su partido trataría por otra vía complacer a los catalanes para seguir el camino hacia la independencia.