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REFORMA IRPF

Posibles elecciones en diciembre con unos presupuestos "socialdemócratas"

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura2 min
Economía03-07-2015

Con sus palabras, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, prevé convocar a los españoles a las urnas en diciembre. La razón: los Presupuestos de 2016. Su intención de adelantar el procedimiento de tramitación de dichos Presupuestos para el año 2016 desvelan su pretensión de poder aprobarlos al final de legislatura. Con esta decisión se rompe la tradición no escrita de aprobarlos en verano y no en septiembre, como ocurre cada año.

Esta decisión de adelantar los Presupuestos Generales del Estado tiene consecuencias políticas importantes. Además, el calendario también se vería considerablemente afectado. En un escenario como el actual, cada decisión es más trascendente que la anterior. En cuanto al calendario, supondría que Rajoy no solo adelantaría las elecciones sino que también llevaría la legislatura al máximo; rozando, incluso, el límite legal. La fecha elegida por el presidente para convocar las elecciones sería el 13 de diciembre, con convocatoria el 20 de octubre. Es decir, tan solo 54 días antes de las elecciones.

Todo ello supondría que el proyecto de ley de los Presupuestos debería llegar a las Cortes como máximo a finales de julio para tramitarse en agosto, septiembre y parte de octubre. En agosto, por tanto, se celebraría el debate de totalidad y se sucederían las comparecencias en Comisión de los altos cargos de las mismas. Esto nunca había ocurrido en esos meses. Lo que está claro es que hacen falta unos dos meses para la tramitación.

El Gobierno, por tanto, debe de tener ya las cuentas aprobadas. Con la actual absoluta mayoría del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, el PP se asegura su aprobación. Por lo tanto, tras las próximas elecciones, si volviera gobernar, se vería con la tranquilidad de no tener que pactar unos Presupuestos; ya que el Parlamento se prevé más fragmentado que nunca. Rajoy jugaría con esa paz hasta septiembre del año 2006, cuando haya que hacer las cuentas para 2017.

Se espera, así mismo, que los Presupuestos sean expansivos. Es decir, incluirán previsiblemente, subida de pensiones, de sueldos para funcionarios y planes sociales… Un tinte socialdemócrata con el que el PP pretenderá que dichas cuentas sean el primer punto de su programa electoral para las generales, por así decirlo.

Por otro lado, en el caso de que fuera otro partido el que se hiciera con el Gobierno, podría cambiar dichos Presupuestos pero dentro de un marco que ya estaría aprobado y sin tiempo para hacerlo antes del 1 de enero del 2016. En esa fecha entraría en vigor los Presupuestos de cada año.

Estos cálculos facilitan la estrategia de Rajoy. Con el actual sistema, se tienen en cuanta para aprobar los Presupuestos variables de ejercicios anteriores y no es necesario conocer el dato de inflación de noviembre, lo que hubiera retrasado su aprobación.

Todo ello contribuye a confirmar lo que piensa Rajoy. Para el presidente, los ciudadanos sabrán reconocer que el Partido Popular lo ha hecho bien mejorando las cifras macroeconómicas y que por tanto les dará la confianza para gobernar nuevamente. En ese caso, el PP, que no tendría mayoría absoluta, tendría que pactar con Ciudadanos, si se diera el caso, para poder volver a la Moncloa. Los Presupuestos, por lo tanto, ya estarían aprobados y no haría falta pactarlos. Más complicado sería si no fuera así.