GRECIA
La Eurozona prepara un plan B por si Grecia sale del euro
Por Selene Pisabarro3 min
Internacional27-06-2015
“Estamos más cerca de que el plan B se convierta en plan A”, declaró este sábado el ministro de Economía, Luis de Guindos. Sin embargo, no se trata de una opinión más dentro del marco de la cumbre extraordinaria que se celebró en Bruselas para decidir la renegociación con Grecia sobre su rescate económico. Todos los titulares de la cartera de Economía y Finanzas de la Unión Europea coinciden en que si Grecia no cede, la siguiente opción será la de expulsarla del euro.
Y no es una simple amenaza. El ministro griego, Yanis Varoufakis, se quedó fuera de la reunión a la que asistieron sus homólogos para decidir la hoja de ruta a seguir y las consecuencias que tendrá que Grecia no ceda ni pague su rescate antes de este martes, 30 de junio. El gesto con Varoufakis fue la señal de que los eurosocios han perdido la paciencia –aunque no la esperanza- con Grecia y ya le han expulsado de sus negociaciones. Lo siguiente será la suspensión de pagos y el “Greexit”, es decir, la salida de Grecia de la Unión Europea.
Europa tiene muy claro que lo primero es la estabilidad del euro y nadie le hará tambalear. Ni siquiera Syriza, que llegó al poder en enero mientras advertía de que no cedería ante la troika. Bruselas cuenta con dos bazas: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), que son también, a su vez, los acreedores de Grecia.
Estos organismos internacionales temen que se produzca un nuevo corralito en Grecia, como ya pasó en Chipre y que, además, se contagie a otros países que están en una situación –aunque no al mismo nivel- sí parecida, como Portugal, España o de nuevo Chipre. Frente a este riesgo del corralito, Grecia se niega a controlar los capitales –y, por tanto, el riesgo de que los bancos se queden sin saldo- como hizo en su día Chipre.
Por lo que respecta al Eurogrupo, no parece que vaya a dejar pasar más tiempo de los próximos días. El plazo para renegociar el nuevo tramo de rescate finaliza este martes pero el presidente del Gobierno griego, Alexis Tsipras, ha decidido convocar un referéndum para que la ciudadanía elija el próximo domingo. De esta manera intentará alargar una decisión que se acerca al abismo.
A pesar de todo y del futuro confuso que le espera a Grecia, los socios quieren que siga perteneciendo a la Unión Europea siempre y cuando cumpla con todas las condiciones. Pero también han advertido de que todo lo que suceda a partir de las cero horas del miércoles uno de julio será responsabilidad del Gobierno heleno. Así, el BCE se reúne este domingo para decidir si continúa con el programa de asistencia a las entidades financieras griegas –el llamado ELA- en un momento tan delicado en el que los ciudadanos están rescatando sus depósitos. La decisión de continuar inyectando dinero en los bancos depende exclusivamente de si hay un acuerdo.
Aun así, nada está decidido, los socios están dispuestos a hablar y no han echado a Grecia de la zona euro. A pesar de esto, el plan B está en marcha desde hace unos meses, cuando comenzaron a diseñarlo varios funcionarios de la Comisión Europea. El objetivo no es otro que crear un plan de contingencia ante una posible salida. Es la llamada “Operación Albania”, que emula a la de 2012, la “Operación Croacia” que pusieron en marcha el BCE y el Eurogrupo aunque finalmente no se llevó a cabo.
Ante una posible salida de Grecia del euro, el malestar se contagiaría a los países vecinos como Rumanía, Bulgaria, Chipre o Macedonia, debido a que son los que están más estrechamente conectados financieramente. Europa está escaldada tras la crisis y sus consecuencias de 2008, aunque se conoce poco de la Operación Albania, se activaría en la próxima semana de manera que actuase de cortafuegos ante un posible impago de la deuda helena.