24-M
Los pactos de izquierda desbancan al Partido Popular
Por Jesús Espinosa
3 min
Sociedad15-06-2015
España tiene un nuevo color. El mapa municipal del país ha dado un vuelco radical con la irrupción de los nuevos partidos, nacidos del descontento ciudadano y de plataformas sociales ya en activo. El Partido Socialista ha optado por apoyar tras los comicios a los partidos afines a Podemos y dejar así al Partido Popular sin otro apoyo que Ciudadanos. Por lo tanto, en aquellos lugares en donde el PP y C’s no llegaran a la mayoría, los populares se despedían de gobernar.
España ha cambiado. Las principales capitales de provincia han pasado de estar en manos de partidos tradicionales (PP, CiU…), a ser gobernados por partidos nacidos de la calle. Los casos más clamorosos son Madrid y Barcelona. En la primera, el Partido Popular se ha despedido de más de 20 años de Gobierno en favor de Ahora Madrid, liderado por la ya alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. En la ciudad condal, es Convergencia i Unió el partido que se despide del bastón de mando en favor de la líder de Barcelona en Comú, Ada Colau.
El batacazo de los grandes partidos tras las elecciones ha sido importante. El Partido Popular ha pasado de gobernar 34 capitales de provincia a 19. Por lo tanto, ha perdido 15 alcaldías debido a que nadie ha conseguido mayorías absolutas y han sido, entonces, los pactos de izquierdas los que les han desbancado de los Ayuntamientos.
Por su parte, el PSOE ha pasado de controlar ocho Ayuntamientos de capitales de provincia a 17 gracias a esos pactos. En Soria, por ejemplo, los socialistas han conseguido de forma atónita la mayoría absoluta para gobernar; pero exceptuando ese caso, han sido los peores resultados electorales de la historia del partido. Lo que ha pasado es que, gracias la brutal caída también del PP, han recuperado alcaldías apoyándose en pactos de izquierdas.
Pero los grandes beneficiados han sido, sin duda, las marcas municipales de Podemos. Éstas se han hecho con seis de las ciudades más importantes del país: Madrid, Barcelona, Zaragoza, La Coruña, Cádiz y Santiago. Un éxito rotundo que supera, incluso, al que tuvo la propia marca de Podemos en las autonómicas que no consiguió ser la fuerza más votada en ninguna Comunidad.
También, partidos que llevaban años en el espectro político pero sin mucha relevancia parlamentaria han pasado a tener un buen resultado y hacerse con algunas alcaldías. Es el caso, por ejemplo, de Compromís, que se ha hecho con la alcaldía de Valencia capital desbancado al PP de Rita Barberá y colocando a su cabeza de lista, Joan Ribó. Otro es el PNV, que contará con tres alcaldías y CiU, IU, BNG, CC o Bildu, con una cada uno.
El PP califica de “sectaria” la política de pactos del PSOE
El PSOE lo tiene claro: no pactar nunca con el PP. Desde Ferraz se ha dado esa directriz de forma contundente y, por lo tanto, los socialistas en las alcaldías han optado por las marcas de Podemos para auparlas al poder. Esa es, precisamente, la actitud que los populares le han reprochado al PSOE en un duro comunicado emitido días después de que los pactos municipales estuvieran ya cerrados en las principales capitales.
Los socialistas se han lanzado "a una carrera desenfrenada de acuerdos con partidos radicales y extremistas sin más objetivo que impedir" que gobiernen sus candidatos, rezaba el comunicado. El PP considera que los socialistas se han apoyado en extremistas y han abandonado el centro.
"El PSOE, que hace tiempo fue la formación política alternativa al PP, hoy se presenta ante los ciudadanos como una triste sombra de sí mismo: dispuesto a ceder el gobierno a cualquier grupo radical, extremista, populista o independentista, con el único fin de impedir el gobierno de la lista más votada si esta es del PP", afirma el comunicado.
“Sánchez tiene que explicar a todos los españoles que pacta con Bildu para echar al PP. Muchos socialistas se sentirán ofendidos por la decisión de su secretario general y por su sectarismo, que no tiene límite”, termina el comunicado. Hacía años no se veía un lenguaje tan duro tras unas elecciones. El Partido Popular deja entrever su nerviosismo de cara a las elecciones generales de noviembre.