Inmigración
Miles de personas están abandonadas en el Índico
Por Desiree Panadero2 min
Sociedad20-05-2015
Les adoptan por un año. Cientos de personas se hallan todavía abandonadas en barcos en el golfo de Bengala y en el mar de Andamán. Los dos países han prometido que les refugiaran, siempre que la comunidad internacional les traslade fuera de sus fronteras en un plazo de un año. Los responsables de Exteriores de ambas naciones han explicado en un comunicado conjunto que Indonesia y Malasia han acordado continuar proporcionando asistencia humanitaria a los 7.000 inmigrantes irregulares que todavía siguen en el Índico.
En torno a 3.000 personas han llegado a las costas de Indonesia, Malasia y Tailandia en las últimas jornadas. Hasta este momento, las autoridades habían expulsado de sus fronteras marinas las embarcaciones de inmigrantes. Esta actuación ha suscitado las críticas de la ONU. Tailandia no se ha comprometido a acoger inmigrantes indocumentados porque primero debe comprobar que la medida no infrinja sus leyes.
Las personas en cuestión huyen de las persecuciones y la hambruna en Bangladés o Myanmar marchan a Tailandia para después dirigirse clandestinamente por carretera a Malasia, un país de mayoría musulmana y de los mas prósperos del sureste asiático. Tailandia ha decidido actuar contra las organizaciones de tráfico de seres humanos, porque descubrieron fosas comunes en los campos de tránsito de inmigrantes y esto ha provocado que los traficantes hayan tenido que buscar nuevas rutas. En la actualidad, las embarcaciones cargadas de migrantes llegan ahora a las aguas situadas frente al litoral de Malasia e Indonesia, después de semanas de navegación en condiciones lamentables. En muchas ocasiones son abandonadas antes de llegar a la costa y tienen que llegar a la costa a nado, o, esperar a algún equipo de salvamento.
Entre las personas que llegan en estas embarcaciones se encuentran miles de rohingyas, una minoría musulmana que habitan en Birmania, una nación mayoritariamente budista. El encuentro entre cancilleres ha tenido lugar un día después de que varias agencias de la ONU exigieran a los gobiernos de los tres países que protegiesen a estos inmigrantes atrapados en el mar, que facilitasen su desembarco y que dieran prioridad a la protección de vidas humanas, frente a la defensa de sus fronteras.
"El remolque y el alejamiento van a cesar", ha tranquilizado el ministro de Relaciones Exteriores de Malasia, Anifah Aman, en una rueda de prensa conjunta con su homóloga indonesa, Retno Marsudi. Unos pescadores indonesios auxiliaron el pasado miércoles a 426 personas frente a las costas de la provincia de Aceh, ubicada al norte de la isla de Sumatra. "Algunos tenían un aspecto débil y parecían muy enfermos. Algunos estaban deshidratados, aparentemente no tenían mucha agua ni comida", afirmó un portavoz de los servicios de rescate locales.
Cuando las autoridades de estos tres países les deniegan el paso, los traficantes exigen entre 180 y 270 dólares a los migrantes para devolverlos al estado de Rakhine en Myanmar, donde habitan los rohingyas, según Vivian Tan, portavoz en Bangkok del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Retno Marsudi, ministra indonesa de Exteriores, ha asegurado que su país ha hecho más de lo que debería. Así lo ha expresado tras esta reunión urgente en Kuala Lumpur, capital de Malasia. En el encuentro han participado los responsables de Exteriores de las tres naciones más afectadas.