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Libertad de prensa

Cerca de 25 periodistas han perdido la vida en 2015 ejerciendo su profesión

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura3 min
Comunicación03-05-2015

La libertad de expresión y el libre ejercicio del periodismo sigue siendo una asignatura pendiente para muchos países. Veinticuatro periodistas han sido asesinados en 2015 y 159 están encarcelados. Los casos más clamorosos son los de periodistas secuestrados o asesinados por cubrir los conflictos bélicos. Sin embargo, también es las regiones más avanzadas y sin guerras es la propia presión financiera o los Gobiernos los que apartan periodistas de sus cargos cuando son molestos.

Reporteros Sin Fronteras publicó un informe en diciembre de 2014 en donde se estipulaba el número de periodistas que sufrieron abusos o que fueron asesinados durante ese año. Unas cifras desgarradoras que confirman que, por muy avanzadas que estén las sociedades o los países, el periodismo todavía es perseguido.

Un total de 119 periodistas fueron secuestrados durante 2014, lo que supone un aumento de más del 35% sobre la cifra del año pasado. Además, son 40 los que a día de hoy siguen retenidos en calidad de rehenes. Los lugares en los que es más latente esta situación son Palestina, con 15 periodistas asesinados; China, con alrededor de 29 periodistas encarcelados; y Ucrania, los 33 periodistas secuestrados. Durante este año, el barómetro sigue siendo desolador. Las cifras, a veces, duelen, y cuando se habla de libertad de expresión se clavan como puñales. En lo que va de 2015 hay 24 periodistas asesinados y 159 encarcelados.

Existe una organización no lucrativa que promueve y defiende los derechos de los periodistas: El Comité de Protección de Periodistas. Esta organización ha realizado un seguimiento de en qué países del mundo los profesionales de la información encuentran más dificultades para realizar su trabajo. Según ese seguimiento, Irak se convirtió en 2004 en el país más peligroso para los periodistas con 174 muertes. Sin embargo, la situación para los periodistas en ese país ha mejorado en los últimos años, y desde el pasado mes de marzo, Siria se ha coronado como el país más peligroso para ejercer el periodismo.

Asimismo, además de Irak o Siria, países como Pakistán (62 muertes), México (58 muertes), Somalia (45 muertes), Rusia (24 muertes), India (24 muertes), Brasil (23 muertes) cierran la fúnebre lista de países en donde ejercer el periodismo es una aventura de alto riesgo.

Nueve periodistas españoles muertos en guerras desde 1980 

España también cuenta con numerosos periodistas muertos a sus espaldas. Desde el año 1980, ascienden a nueve los periodistas asesinados en conflictos bélicos y en ejercicio de su profesión. Los casos más sonados comienzan en los años 80, cuando el sacerdote y periodista español Luis Espinal es torturado y asesinado por militares en un suburbio de La Paz (Bolivia). Su cuerpo fue localizado al día siguiente de ser secuestrado.

Nueve años después, en 1989, el fotógrafo español del diario 'El País', Juan Antonio Rodríguez, fue abatido a tiros en Panamá por soldados norteamericanos. Una imagen escalofriante que seguro aún se recuera en la redacción de ese veterano periódico. En 1992, el fotógrafo catalán Jordi Pujol Puente, que cubría el conflicto bélico en la antigua Yugoslavia para el rotativo Avui, fue asesinado en Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina, al estallar una granada al paso del vehículo que ocupaba.

Ya en el año 2000, el cámara de televisión que trabajaba para la Agencia estadounidense Associated Press (AP), Miguel Gil Moreno, murió en Sierra Leona al ser alcanzado por los disparos de los soldados rebeldes, cuando salía del coche en el que viajaba para informar de los combates entre el ejército gubernamental y la guerrilla de Sierra Leona.

De la misma forma, el enviado especial a Afganistán del diario “El Mundo”, Julio Fuentes, también fue asesinado en 2001 tras el ataque que sufrió una caravana de periodistas cuando se dirigían a la capital afgana desde Jalalabad. Junto a él fueron tiroteados otros tres periodistas, dos de la agencia de noticias Reuters y la corresponsal de "El Corriere della Sera", y un traductor.

Julio A. Parrado, en el año 2003, era uno de los cuatro corresponsales del diario “El Mundo” en la guerra de Irak. Murió cuando un misil tierra-aire estalló en medio del centro de operaciones tácticas de la 2ª Brigada de la Tercera División de Infantería de EEUU, situado en la retaguardia de esa unidad en Bagdad. La última noticia de periodistas secuestrados que sufrió España fue el caso de los fotoperiodistas Javier Espinosa y Ricardo García Vilanova, que fueron secuestrados en Siria y liberados tras seis meses de calvario.