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PODEMOS

Del "fenómeno Podemos" a la caída del partido

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
España01-05-2015

Un nuevo partido surgía en plena crisis del PSOE y el Gobierno del PP en marzo de 2014. Nacía el fenómeno Podemos, que anunciaba que terminaría con el bipartidismo cuando gobernase -algo que ya daban por hecho dado el descontento social-. Su fama subió como la espuma. Miles de personas se sumaron a la formación que prometía acabar con la corrupción y con la casta, para que así los ciudadanos pudieran vivir dignamente sin tantos recortes sociales.

Una formación que surgió del movimiento del 15M, en el año 2011. Los padres de la formación fueron Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, que habían estudiado en la facultad de Ciencias Políticas de la Complutense –donde los dos primeros eran profesores-. Errejón miembro de Juventud Sin Futuro, que rechazaba el bipartidismo que había en España; Monedero, un incondicional de las asambleas políticas -además del intelectual del grupo-, y el cabeza de grupo, Iglesias, con la emisión de un programa propio, La Tuerka, que analiza la situación actual. Aun así, frente a las esperanzas de cambio que prometían y su lucha contra los poderosos, ellos mismos han visto cómo su labor político-social se ha empañado en tan sólo unos meses y en pleno año electoral.

El partido de Iglesias se confina como uno de los defensores de las clases media y baja que aparten del poder a la “casta política”, como ellos llaman a los que gobiernan actualmente. Sin embargo, desde su interior Monedero no parece pensar ya lo mismo. Es más, asegura que Podemos se convierte en numerosas ocasiones en eso que repudian, que valoran más salir en televisión que estar luchando" en la calle. Por eso, el intelectual del partido ha decidido dimitir de sus cargos pero continuar como afiliado.

Pero muchos van más allá. Son numerosas las voces que aseguran que ha sido una estrategia de Iglesias para apartar a su amigo del partido tras el "caso Monedero". Hace unos meses se conoció que cobró más de 400.000 euros de una empresa unipersonal en el extranjero. En ésta estaba registrada su nombre, pero no tenía ningún trabajador ni infraestructura. Se cree que el objetivo de Monedero era devengar el IVA ya que si las empresas tienen el domicilio social fuera de España o de la Unión Europea no tienen que pagar impuestos. A pesar de que negó que esto hubiera sucedido, lo cierto es que unos días después realizó una declaración complementaria -que sólo se hace cuando hay una parte del patrimonio que no se ha declarado y con ésta se pretende poner a Hacienda al corriente-.

Con apenas tres meses de vida, Podemos se lanzó a las europeas, en las que obtuvo 1.200.000 votos que se tradujeron a cinco eurodiputados, entre los que está Pablo Iglesias –pero que aspira a liderar el país-. Además, iniciaron una lista de afiliados al partido, en la que se inscribieron más de 300.000 ciudadanos. Una respuesta masiva pero disfrazada, ya que el registro era muy sencillo y no requería una cuota para pertenecer al mismo. Aunque abogan por una auditoría de la deuda soberana y el incremento del salario mínimo, lo cierto es que Podemos tiene claras algunas ideas pero otras no. En sus 14 meses de vida ha presentado dos programas económicos.

Desde hace unos meses, en la corta vida política de Podemos, las encuestas electorales ya no vaticinan una victoria tan inminente, sino que bajan puestos en lo que a fuerza política se refieren.

Los escándalos económicos de los líderes

El de Monedero no fue un escándalo sin precedentes, ya que la imagen del que era un partido “transparente” no ha quedado impune. Es más, su líder, Pablo Iglesias, ha sido hasta ahora un asiduo a las tertulias políticas de las principales cadenas de televisión, en las que ha comenzado a medir su fama. Precisamente, se le acusa de haber pagado en negro a través de Producciones Con Mano Izquierda, es decir, disfrazaba su productora de asociación sin ánimo de lucro, para poder evadir impuestos, hecho que ya está investigando Hacienda y que, según el Ministerio del Interior, nunca se habían presentado las cuentas.

Pero quien primero apareció en las noticias y no por su actividad política fue Íñigo Errejón. Éste percibía un sueldo de la Universidad de Málaga de poco más de 1.800 euros, que es incompatible con su trabajo y dinero que cobra en el partido. Además, esta investigación exigía 40 horas de dedicación semanal, algo con lo que no podía cumplir Errejón, que trabaja en Madrid.