Salud
La UE excluye a los homosexuales como donantes de sangre
Por Marisol Marchal Reyeros2 min
Sociedad29-04-2015
La exclusión de donaciones de sangre de hombres homosexuales “puede resultar justificada”. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha sentenciado que un Estado miembro puede prohibir donar sangre a hombres homosexuales por el “alto riesgo” de contraer enfermedades infecciosas. La raíz de la cuestión está en Francia, donde un médico rechazó la sangre de un hombre que había mantenido relaciones con una persona del mismo sexo.
El Tribunal de Justicia de la UE ha emitido una sentencia que favorece a los Estados miembros que excluyen a los homosexuales como donantes de sangre. Aunque el TJUE matiza que "es preciso demostrar que estas personas están expuestas a un riesgo elevado de contraer enfermedades infecciosas graves, como el VIH, y que no existen técnicas eficaces de detección o métodos menos coercitivos para garantizar un alto nivel de protección de la salud de los receptores".
La polémica se remonta al año 2009 cuando un médico de Metz (Francia) no aceptó la donación de sangre de Geoffrey Léger por haber mantenido relaciones sexuales con otro hombre, ya que las leyes francesas así lo estipulan. El afectado por tal decisión denunció al considerar que la norma transgredía la legislación europea. El Tribunal Administrativo de Estrasburgo (Francia), que debía tratar el asunto, elevó el caso al Tribunal de Justicia de la UE.
Francia es uno de los países europeos que prohíbe a los homosexuales donar sangre, pero no es el único. También niegan las donaciones de sangre en: Alemania, Croacia, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Noruega, Austria, Bélgica y Suiza entre otros. En el resto del mundo hay países donde también se da esta situación como por ejemplo: Argentina, Brasil, China, EEUU, Perú, Tailandia y Venezuela entre otros.
En España las donaciones de sangre son independientes de la condición sexual de las personas, que voluntariamente colaboran con el banco de sangre. Las condiciones para donar es ser mayor de edad, pesar más de 50 kilos y no tener ninguna enfermedad de transmisión sanguínea. Posteriormente, la sangre se analiza en los laboratorios para verificar que es apta. "Se realizan las pruebas que marcan la ley. En todos los centros se realiza como mínimo una serología para detectar la presencia del VIH, el virus de la hepatitis B, el de la hepatitis C y la infección por sífilis. Además, cada centro hace otros análisis, aunque son muy similares, para admitir donantes que hayan viajado o que procedan de países con ciertas enfermedades como paludismo o la enfermedad de Chagas", según una información recogida por El Mundo del Centro de Transfusiones de Madrid.