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Tragedia en el Mediterráneo

Casi un millar de muertos marcan una nueva tragedia en el Mediterráneo

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura3 min
Sociedad24-04-2015

Fueron 800 personas inmigrantes las que murieron ahogadas debido al naufragio de la embarcación en la que navegaban en el Mediterráneo. La tragedia se produjo frente a las costas libias, y, aunque también ha habido supervivientes, el número de fallecidos ha sido confirmado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

"Podemos decir que murieron 800 personas", declaró el portavoz de ACNUR en Italia, antes de que su homólogo de la OIM, Flavio di Giacomo, confirmara esta estimación. Los voluntarios de ambas organizaciones fueron los encargados de dar subsidio y ayuda a los alrededor de 27 supervivientes, que llegaron al puerto siciliano de Catania durante la noche.

"Confrontamos los testimonios. Había poco más de 800 personas a bordo, entre ellos niños de entre 10 y 12 años. Habían sirios, unos 150 eritreos, somalíes", explicó el portavoz de ACNUR, quien añadió que estos "salieron el sábado temprano de Trípoli", capital de Libia.

"Los supervivientes proceden de Malí, Gambia, Senegal, Somalia, Eritrea y Bangladés", añadió el representante de la OIM, Di Giacomo, al tiempo que ha informó de la presencia de cuatro menores entre ellos.

El relato de los supervivientes era sobrecogedor. La embarcación se volcó por un movimiento de los inmigrantes que navegaban en ella y, por suerte, se acercó a un buque portugués que les socorrió. Sin embargo, el resultado fue fatal.

La Guardia Costera italiana informó de la recuperación de 24 víctimas mortales, cuyos cuerpos fueron hallados en el agua y trasladados al puerto maltés de La Valletta.

Por otra parte, el capitán del barco siniestrado, un tunecino, y su ayudante sirio fueron detenidos y acusados de homicidio múltiple, naufragio y de apoyar la inmigración ilegal por dirigir el barco que se hundió frente a la costa de Malta. El fiscal de Catania Giovanni Salvi dijo que ambos han sido reconocidos por los sobrevivientes que se encontraban a bordo del buque Gregoretti e incluso por el joven de Bangladesh hospitalizado en Catania, a los que se mostraron las fotografías.

Por otro lado, este jueves se ha recordado a los fallecidos en esta tragedia de la historia en el Mediterráneo, mientras más refugiados llegaban a Italia y los fiscales interrogaban a los presuntos traficantes de personas.

Veinticuatro ataúdes con los únicos cuerpos recuperados estaban presentes en una ceremonia interreligiosa celebrada en los terrenos del principal hospital de la isla. Los lamentos de miembros de la comunidad africana de Malta interrumpieron la ceremonia, en la que hubo plegarias cristianas y musulmanas.

"Les lloramos, porque con independencia de nuestro credo, nacionalidad, raza, sabemos que son seres humanos como nosotros", dijo el obispo de la isla maltesa de Gozo Mario Grech durante la ceremonia.

"Europa le está declarando la guerra a los contrabandistas, y la unión colaborará con socios internacionales", dijo el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, en una conferencia de prensa tras el acto.

Lampedusa ya vivió otra tragedia en 2013 con más de 300 muertos

Más de mil inmigrantes han muerto en aguas del Mediterráneo desde comienzos de año; y estos naufragios se suceden casi a diario. Esta ultima tragedia en el Mediterráneo se produce la misma semana en la que la organización Save the Children alertó de que otros 400 inmigrantes desaparecieron al hundirse su embarcación el pasado lunes frente a las costas de Libia.

Por tanto, estos dos naufragios se han convertido en los más graves en el Mediterráneo desde la tragedia de Lampedusa, que dejó 366 muertos. Ocurrió el 3 de octubre de 2013, cuando una barcaza que había partido del norte de África en dirección a las costas europeas, se hundió con al menos 518 inmigrantes procedentes de Somalia y Eritrea, y dejó 366 muertos, 155 supervivientes y un número indeterminado de desaparecidos.