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RODRIGO RATO

Cae Rato, el ministro del "milagro económico"

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura4 min
Economía17-04-2015

Rodrigo Rato fue uno de los responsables del llamado milagro fiscal, que se produjo entre los años 1996 y 2004 durante la presidencia de José María Aznar. En el año 1996 el déficit era del 5,5% y la deuda pública ascendía al 67,4%. Ocho años después, el déficit se redujo cinco puntos y la deuda pública bajó hasta el 46,3%. Sin embargo, con la investigación y detención de Rato, se desmorona un icono para el PP, modelo por su honradez y gestión.

Durante ese periodo, de 1996 a 2004, España era receptor neto de fondos europeos que se tradujeron en importantes ingresos y recursos para el país. En concreto, España recibió de la Unión Europea cada año recursos en el entorno del 1% del PIB. Actualmente, y en contraste con esos años, los fondos provenientes de Europa se han reducido por dos motivos: la entrada en la UE de 10 nuevos países en mayo 2004 menos desarrollados que España y el enriquecimiento de España durante el periodo 1996-2004.

Aunque España sigue siendo un país receptor neto de fondos, ahora lo hace en torno al 0,2% del PIB. Sin embargo, el saldo financiero España-UE se mantiene prácticamente sin cambios en el periodo y desde luego no aumentó con respecto a la etapa previa. Por lo tanto, ésta no era una causa de la reducción del déficit estructural en el periodo del milagro económico. 

Sin duda otro de los fenómenos más significativos de la era del Partido Popular ha sido la vigorosa creación de empleo y la fuerte caída del paro en un contexto en el cual la población activa se elevó en 2.8 millones de personas. El aumento de la ocupación benefició a las mujeres cuya tasa de ocupación se incrementó en un 33 por 100. Las cifras de desempleo también experimentaron una evolución muy favorable durante ese periodo, ya que se pasó de una tasa de desocupación del 22.9 por 100 en 1995 a una del 11.1 por 100 en el último trimestre de 2003; un año antes de que acabara el “milagro económico”.

El fuerte crecimiento económico y la intensidad de la creación de empleo registrado por la economía española en ese tiempo no fue casualidad: fue el resultado de una política económica dirigida a crear un marco de condiciones dentro del cual la iniciativa privada pudiera desplegar su capacidad de generar riqueza y empleo.

Sin embargo, no todo fueron flores. Muchas voces hablan de que durante ese milagro económico, la economía española se sustentó en el ladrillo y fue el inicio de la burbuja que explotaría años después. Además, ese efecto riqueza generado por el aumento de los precios de la vivienda (un aumento del 130% en el periodo) estimuló la demanda interna hasta un punto en el cual las importaciones eran muy superiores a las exportaciones.

Las ventas de casas nuevas (que estaban sujetas al IVA y no al ITP) y este aumento significativo del consumo (aunque fueran bienes importados) elevó la recaudación del IVA en 0,7 puntos de PIB. Los grandes beneficios extraordinarios que obtenían, gracias al boom inmobiliario, las constructoras, empresas inmobiliarias y las instituciones financieras supusieron un aumento de la recaudación del impuesto de sociedades de 1,3 puntos de PIB.

Rato, un icono para el PP

Rodrigo Rato fue el hombre que podría haber llegado a la presidencia del Gobierno, el economista al que todo su partido elogiaba y adoraba. Sin embargo, ahora que se encuentra en una situación jurídica delicada por blanqueo de capitales y alzamiento de vienes, según Anticorrupción, todo su partido de la espalda. Lo que antes eran elogios, ahora son elucubraciones y frases contundentes contra el hombre que lo fue todo en el PP.

Precisamente, su buena gestión económica fue la que dignificó la figura de Rato dentro del partido y le convirtió en uno de los iconos en los que fijarse para poder atraer a la opinión pública. Fue su gestión al frente del llamado milagro económico la que le llevó a dirigir el FMI y Bankia. Rato fue el primer español en ocupar ese puesto dentro de la entidad europea y como recompensa el Gobierno le colocó al frente de Bankia. 

Atrás quedan, por tanto, los años en los que los grandes del partido se deshacían en elogios hacia el exvicepresidente. La por aquel entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, hablaba de Rato como un ejemplo de lucha por su presidencia de Caja Madrid: "Sería un extraordinario presidente de la entidad (...) Tiene cualidades para ese puesto y para cualquier otro". Rato "es un político de primerísima fila y un economista que ha visto como pocos. Y cuando se han puesto en práctica sus puntos de vista, se han creado en España cinco millones de empleos", destacó Aguirre sobre el ex gerente del Fondo Monetario Internacional.

También el actual ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, le defendió en momento. Ocurrió en los años en los que surgieron voces críticas, incluso dentro del PP, contra el exministro de Economía por no haber sabido prever la crisis. Por aquel entonces, Montoro, que era portavoz de Economía del PP, salió también en su defensa. Ahora, en cambio, los miembros de su partido prefieren mirar a otro lado.