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ACUERDO NUCLEAR

EE. UU. e Irán sientan las bases de un acuerdo histórico en materia nuclear

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura2 min
Internacional03-04-2015

EE. UU e Irán, junto con el resto de países que han firmado el llamado “pacto 5+1”, han llegado a un entendimiento histórico en materia nuclear. Un compromiso que lleva explícito “la más robusta e intrusiva inspección internacional que un país jamás haya aceptado”, aseguró el presidente de EE. UU. Obama refiriéndose a Irán. Por su parte, Irán dejará de sufrir las sanciones que pesaban sobre él cuando el resto de países interesados comprueben que cumple las estrictas normas del acuerdo nuclear.

Las seis potencias que negocian la limitación de la capacidad nuclear iraní (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, China y Rusia) ya han llegado a un “entendimiento general”, según han declarado, sobre los aspectos básicos de la misma, que deberá cerrarse a finales del mes de junio.

Fueron ocho días consecutivos de intensas negociaciones en la ciudad suiza Lausana. Irán, con este acuerdo, ha logrado el compromiso de que las sanciones que actualmente pesan sobre el país desde hace más de un año sean levantadas en cuanto se compruebe el cumplimiento del país de las normas del acuerdo. A cambio, ha cedido de forma significativa en el grado de inspección internacional a que serán sometidas sus actividades nucleares. Se trata de un acuerdo que durará alrededor de diez años, aunque algunos aspectos del mismo seguirán vigentes hasta dentro de quince años.

En términos generales, el acuerdo establece que sólo habrá enriquecimiento de uranio en la planta de Natanz. Las instalaciones subterráneas de Fordor, que se construyeron de modo secreto y fueron descubiertas por el espionaje occidental, serán convertidas en un centro de investigación nuclear. Aunque mantendrá centrifugadoras, éstas no estarán en operación. Irán destruirá el corazón de su planta de aguas pesadas, de manera que tampoco podrá producir el plutonio que un día fuera utilizado con fines militares.

Después de que se hubiera hecho público el acuerdo, el presidente estadounidense, Barack Obama, en una comparecencia de urgencia antes los medios de comunicación en la Casa Blanca, tildó este acuerdo como “un entendimiento histórico que prevendrá que Irán tenga armas nucleares”. “Es un buen trato que cubre nuestros objetivos”, aseguró.

Tras esto, Obama tendrá que llevar su compromiso con Irán al Congreso en donde, con toda probabilidad, tendrá la oposición de la mayoría republicana. En ese sentido, el presidente se refirió a ellos como los “escépticos” que no creían en la vía diplomática; para, más adelante, añadir que este compromiso lleva explícito “la más robusta e intrusiva inspección internacional que un país jamás haya aceptado”. Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, se felicitó de los términos alcanzados. En la rueda de prensa celebrada en Lausana, el ministro destacó que “no habrá sanciones cuando se implemente lo acordado”.

Con este acuerdo, Estados Unidos y la Unión Europea eliminarán de inmediato sus sanciones económicas a Irán, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobará una nueva resolución para retirar sus sanciones, aplicadas a entidades implicadas en la proliferación nuclear. No obstante, se mantendrá el marco sancionador por si un incumplimiento por parte de Irán aconseja nuevas imposiciones.