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Tragedia aérea

Las aerolíneas cambian sus protocolos de seguridad

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
Sociedad29-03-2015

Lo que en principio fue una medida contra un acto terrorista, ahora es una tragedia. Hace catorce años, dos aviones secuestrados por varios terroristas impactaban contra las Torres Gemelas. Desde el 11-S, las líneas aéreas reforzaron su seguridad, especialmente en las cabinas de los aviones, a las que dotaron de un férreo sistema con puertas blindadas para evitar que entraran intrusos. Ahora esta medida se ha vuelto en su contra. Por eso, compañías aéreas de todo el mundo han decidido cambiar sus protocolos para evitar tragedias similares.

Unos años más tarde, la seguridad se ha vuelto en contra de la tripulación y los pasajeros. Precisamente porque la cabina de un avión no se puede abrir desde fuera si está bloqueada desde dentro. Ese fue el mayor impedimento que tuvo el comandante del Airbus A320 de Germanwings, que fue incapaz de frenar el impulso suicida de su compañero, el copiloto Andreas Lubitz. Germanwings era una de las compañías nominadas a ser la mejor aerolínea de bajo coste de este año y en las calificaciones obtenía casi la máxima puntuación (6 puntos de 7).

La cabina de un avión es hermética y sólo pueden acceder a ella las personas que estén autorizadas mediante una serie de claves que conocen. El piloto que esté en el interior puede abrir la puerta, al mismo tiempo que ve a través de unas cámaras quién es la persona. También la tripulación se puede comunicar con la cabina a través de un “microteléfono” para solicitar el acceso. En el caso de que hubiera una emergencia, el código secreto cambia y no deja de sonar hasta pasados unos minutos, cuando abrirá la puerta automáticamente al menos que desde dentro se deniegue el acceso, como hizo Lubitz.

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) demanda que vuelen dos personas en cabina, decisión que ha secundado el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA). La decisión se produce después de la tragedia del Airbus que se estrelló el martes en los Alpes. El motivo por el que el copiloto accionó voluntariamente el mecanismo de descenso del avión fue porque en ese momento el comandante había abandonado su puesto para ir al baño. De este modo, los pilotos y numerosos organismos piden más controles exhaustivos de los exámenes y las licencias para volar.

Ante esto, Lufthansa ha anunciado que pondrá en marcha un nuevo procedimiento de seguridad por el que obligará a todas sus aerolíneas -Lufthansa, Germanwings, Swiss, Brussels Airlines, y Austrian Airlines- a que haya dos miembros de la tripulación en la cabina. En EE.UU. es una norma obligatoria, aunque no en Canadá, donde también la implantarán. En España sí cumplen también con este requisito Iberia y Air Europa. Asimismo, varias compañías aéreas de bajo coste como Easyjet y Norwegian Air lo han incluido en su protocolo y esta norma se está extendiendo a aerolíneas de todo el mundo.

Carten Spohr, el presidente ejecutivo de Lufthansa, ha dicho que no considera necesario imponer medidas a corto plazo porque lo que ha sucedido es difícil que vuelva a pasar. Aun así, ha admitido que lo debatirá junto a las demás autoridades aéreas para garantizar la seguridad de los viajeros.

Desde SEPLA, los expertos aseguran que si estas medidas hubieran estado en vigor, se hubiera evitado seguramente el accidente. Francisco Piniés, miembro de la vocalía técnica de SEPLA considera que existen más de un millón de licencias de vuelo en todo el mundo como para que vuelva a suceder algo parecido al siniestro que provocó el copiloto alemán, ya que el riesgo es muy bajo.