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Tragedia aérea

La tragedia del Airbus pone en entredicho los test a los pilotos

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura5 min
Sociedad28-03-2015

El audio de una de las cajas negras del Airbus 320 de Germanwings apunta a que el copiloto, Andreas Lubitz, habría estrellado deliberadamente el avión. Este hecho pone en cuestión los controles y las pruebas a las que están sometidos los pilotos de las compañías aéreas. La ONU alertó, en 2012, de que se le prestaba poca atención al ámbito psicológico de los mismos.

Los pilotos tienen en sus manos la vida de los pasajeros de un avión y están obligados a someterse, por lo menos una vez al año, a un examen médico que se denomina como “simple”. Se trata de un chequeo que apenas dura unas horas y que tiene como principal cometido evaluar la salud psicológica de la persona. Para ello, se hacen análisis de sangre, orina, pruebas oftalmológicas y de audición. En este primer examen, se les pregunta cuestiones de salud mental. Además, cada cinco años, los pilotos deben someterse a otro tipo de examen. Esta vez llamado “extenso”, que es más exhaustivo. En este se les somete a un mayor número de pruebas.

Estos exámenes o test de salud se realizan de forma común en toda Europa porque siguen las directrices que establece la Joint Aviation Authorities (JAA). Además, sirven para renovar la parte médica del examen que todo piloto debe pasar para sacar la licencia. El certificado que obtienen les otorga la consideración de aptos para pilotar. Sin el certificado no pueden volar. A partir de los 40 años ese examen médico "simple" debe pasarse cada seis meses.

Por otro lado, aparte del examen médico, los pilotos tienen sesiones de simulador una vez al año como mínimo, aunque casi siempre son más. El número de veces a las que se les somete varía según la compañía en la que vuelen. Estas pruebas las hacen en una cabina exactamente igual a la del avión que debe manejar ese piloto. En ella se reproducen al detalle situaciones de emergencia y también normales para ver los procedimientos y reacciones del piloto.

La ONU alertó en 2012 una escasa atención al ámbito psicológico de los pilotos

Debido a que, al parecer, el copiloto del Airbus 320 estrellado sufría una depresión, han salido numerosas informaciones sobre si el ámbito psicológico de los pilotos estaba debidamente atendido. Una de ellas es la referida al año 2012: La Organización para la Aviación Civil Internacional (OACI), una agencia de Naciones Unidas, alertó ese año de la necesidad de mejorar el control del estado psicológico de los pilotos, sobre todo de los menores de 40 años.

Esta organización posee un protocolo de actuación, el Manual de Medicina de Aviación Civil, que proporciona una guía sobre cómo se deben realizar los chequeos, entre otros asuntos. El marco regulatorio de la OACI (Convenio de Chicago) y sus recomendaciones son la base sobre la que se articulan las normativas nacionales y europeas.

La última edición de ese manual alerta de la necesidad de mejorar el seguimiento psicológico de los menores de 40 años, cuando los trastornos “como ansiedad o depresión son más comunes”. “Existe una aparente discordancia entre la probabilidad de la existencia de patologías de importancia para la seguridad en vuelo (principalmente problemas mentales y de comportamiento) y los instrumentos usados para detectarlos” en los exámenes médicos.

Otros casos en los que el piloto es el principal sospechoso de estrellar un avión

Si las informaciones que por ahora se conocen son ciertas, el copiloto de Germanwings no es el único que ha estrellado de liberadamente un avión. Aunque no es habitual, ha habido otras tragedias cuyo responsable era quien manejaba los mandos del avión, una persona capacitada y no un terrorista que, por distintas razones, decide destruir el aparato que controla.

El 9 de febrero de 1982, un vuelo de Japan Airlines se estrella en la bahía de Tokioal aproximarse al aeropuerto de Haneda. Murieron sus 24 pasajeros y la investigación concluyó que el piloto, que sobrevivió al siniestro, era un enfermo mental. El 21 agosto de 1994, fallecieron los 44 ocupantes de un aparato de la compañía Royal Air Maroc cerca de Agadir (Marruecos) al estrellarse en el Atlas poco después de despegar con destino a Casablanca. El piloto desconectó el modo de vuelo automático y dirigió la aeronave a tierra. La Asociación de Personal Navegante Técnico, que agrupa a la mayoría de los pilotos de esa compañía aérea, pusieron en duda la versión del suicidio del piloto.

También el 19 diciembre de 1997 fallecieron los 104 ocupantes de un Boeing 737 de la compañía singapurense Silk Air que se estrelló contra el río Musi, en la isla de Sumatra (Indonesia), casi una hora después de despegar de Yakarta con destino a Singapur. Según la investigación, pudo ser un acto premeditado de suicidio del piloto, pues nada falló en el aparato hasta que alguien o algo apagó los registros de grabación de la cabina de control, minutos antes del desastre, y realizó "vuelo controlado hacia el suelo".

Por otro lado, el 29 noviembre de 2013 murieron los 33 ocupantes del vuelo TM 470 al estrellarlo el piloto contra el Parque Nacional Bwabwata, en Namibia. Se dirigía hacia Luanda desde Maputo y los investigadores dijeron que el piloto, Herminio dos Santos Fernandes, tenía "la clara intención" de estrellar el avión. El piloto cambió previamente la configuración de vuelo de automática a manual y lo hizo descender bruscamente. Al parecer, había perdido a un hijo un año antes en un accidente y tenía graves problemas con su esposa.

Por último, también son las tendencias suicidas del piloto son una de las varias hipótesis que se barajan sobre la causa de la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines del 8 de marzo de 2014. Por lo que se sabe, el sistema de comunicación fue deliberadamente desactivado y el vuelo cambió de rumbo intencionadamente. Llevaba 239 personas a bordo.