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DÍA DE LA MUJER

Las mujeres cobran menos y tienen dificultad para acceder a un puesto directivo

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
Sociedad09-03-2015

Las mujeres españolas se quejan de que sigue habiendo discriminación en el plano laboral. Todavía las mujeres siguen cobrando menos que los hombres y tienen mayores dificultades para acceder a puestos de responsabilidad. Además, la tasa de natalidad continúa siendo baja debido a la dificultad de conciliar vida laboral y familiar. España se queda muy atrás de la inserción de la mujer mientras el Gobierno inventa nuevos planes para salir al paso y ayudar a que las mujeres puedan conciliar todos los ámbitos de sus vidas.

El Pacto Europeo para la igualdad entre las mujeres y los hombres, que estaba en vigor desde 2006, se modificó con el objetivo de eliminar la brecha salarial que perjudica a las mujeres frente a los hombres, proteger a las víctimas de la violencia machista y mejorar las condiciones en el trabajo. Sin embargo, en España no se está cumpliendo y, en medio de la crisis, el temor a perder el trabajo ha llegado a ocupar el principal pedestal.

El Consejo Europeo adaptó y mejoró el Pacto Europeo para la Estrategia de igualdad entre las mujeres y los hombres en 2011 y se mantendrá vigente hasta este año. Uno de los objetivos que abarca es que la mujer cree empresas y aumente el empleo para así llegar a eliminar las desigualdades como la brecha salarial que les separa de los hombres. Además, trata de mejorar la calidad de los empleos y de las políticas de conciliación de la vida privada y profesional, entre otros.

A pesar de las mejoras que introduce el Pacto, las españolas no piensan que se esté poniendo en práctica ya que sienten que sus condiciones, en medio de la crisis, cada vez son más precarias y tienen menos oportunidades. Así lo señala UGT en un estudio en el que concluye que la crisis "acrecienta" la precariedad laboral entre ambos sexos y la discriminación laboral de la mujer "a máximos históricos". A lo largo de estos años, han observado cómo faltan becas de comedor para sus hijos, ayudas de la dependencia o servicios sociales.

Según Eurostat –la oficina de Estadística de la UE-, sólo el 11% de las mujeres españolas empleadas a tiempo completo -de entre 15 y 64 años- tiene flexibilidad en su horario laboral frente al 25,9 por ciento de las europeas. Sólo se encuentran por delante de Lituania, Polonia, Malta, Portugal, Rumanía, Bulgaria, Hungría y Letonia. Asimismo, sólo trabaja a tiempo parcial un 25,5 por ciento de entre 25 y 64 años que tiene un hijo a su cargo mientras que, las que tienen tres o más, forman parte del 40,7 por ciento, indicadores muy por debajo de la media europea.

Los indicadores son claros y no engañan: en España sigue habiendo un abismo en la igualdad entre las mujeres y los hombres y, además, frente al resto de europeas. Bien es cierto que han notado cómo, respecto a hace algunos años, sus jefes son más sensibles con la realidad familiar que tienen y sus maridos son más activos respecto al reparto de tareas en el hogar. Pero continúa siendo un esfuerzo enorme conciliar la vida profesional con la familiar y el problema no se extingue. Ahora es mucho más difícil para una mujer mantener el empleo y la familia y atenderlos equitativamente.

Actualmente, España es el segundo país de la Unión Europea con más mujeres en paro y muchas de las que trabajan tienen contratos temporales y subempleos con menores cotizaciones, lo que incrementa su pobreza. Aun así, el Gobierno aprobó el año pasado el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades pero que hasta 2016 no se pondrá en marcha. El motivo es que está sometido a un plan de evaluación, pionero en un proyecto de este tipo.

Algunas medidas que establece la normativa es la tarea de sensibilizar en las primeras fases educativas a los niños o crear las bolsas de horas, es decir, permitir a los trabajadores una jornada variable en la que puedan recuperar horas según su propio criterio para, de esta forma, conciliar la vida laboral con la doméstica. Junto a esto, el plan prevé reducir la jornada laboral a las personas que tengan a su cargo niños y jóvenes afectados con enfermedades graves. Además, no se olvida la lacra social de España: la violencia machista, y para eso el Gobierno incentivará a las empresas para que contraten a las mujeres maltratadas o trasladar a otro punto del país a las víctimas –si trabajan en la Administración Pública-. El anterior plan, dirigido por el PSOE, estuvo en vigor entre 2008 y 2011. Estaba especialmente enfocado hacia un punto de vista exterior, es decir, en la participación política, social y económica, la educación y la salud.