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Copa del Rey

Aduriz levanta la eliminatoria y el Athletic se medirá al Barça

Por Leonardo CaruanaTiempo de lectura2 min
Deportes05-03-2015

Al Athletic Club le bastó la primera parte para dominar un encuentro en el que poco hizo el Espanyol. Dos goles, de Aritz Aduriz y Xabi Etxeita dejaron a los pericos fuera de una final catalana. Triste desenlace para los de Sergio González, que habían ganado a los poderosos Valencia y Sevilla antes del desastre en Cornellá. De hecho, la ida contra los leones era ligeramente favorable (1–1) y los blanquiazules contaban con una afición entregada.

Los bilbaínos, que habían dicho adiós a la Europa League contra el Torino dejaron serias dudas en San Mamés. El empate a cero valía al Espanyol y el Athletic entendió fundamental marcar rápido. A los trece minutos, Aritz Aduriz marcó un gol ajustado al palo izquierdo, tras un mal despeje de Héctor Moreno. Golazo de pillo, pero también de crack que se suma a los diez y siete del guipuzcoano en esta campaña.

Valverde tenía el encuentro donde lo quería: gol temprano, control en el centro del campo y un rival que apenas llegaba arriba y cuando lo hacía, con escasa precisión. Stuani metió miedo a los leones en una jugada aislada pero poco, muy poco más. El Athletic se veía dueño del campo y buscaba ahogar con presión e intensidad a un noqueado Espanyol. En el 25 Aduriz tuvo otra, a pase de Muniain, pero se encontró con Pau López que le salió al cruce. Los pericos se desangraban lentamente. Parecían apáticos, ausentes, ensimismados. Algo no marchaba bien. Stuani apenas tocaba bola y Sergio García ponía todo el corazón que se le exige a un capitán, pero se desesperaba mientras pasaban los minutos. Al fin llegó la segunda y definitiva mordida de los leones. Fue en el minuto 42 y a balón parado. Etxeita cabeceó al palo izquierdo, imposible para Pau López que apenas pudo moverse.

La segunda parte requería la épica de tres goles españolistas para remontar la eliminatoria. Gesta casi imposible, con un Athletic riguroso atrás, seguro en el centro y más cuajado que nunca. Los locales ni siquiera amagaron con la remontada, pero sí pudieron hacer algún gol. Con tres delanteros en ataque –Sergio González sacó a Caicedo por Álvarez en el 48–, el Espanyol parecía otro. Más valiente, más veloz ahora que el crono apremiaba. Caicedo dio al palo en el 58, de lejos la mejor ocasión blanquiazul. Pero también los vascos podrían haber hecho el 0–3, con un Williams solo frente a Pau, que falló en el uno contra uno en los últimos quince minutos del encuentro.

En definitiva, ganó el mejor en Cornellá. El Athletic supo resolver sus dudas en defensa y se mostró efectivo en las ocasiones que tuvo. El Espanyol jugó su peor partido en Copa cuando más necesitaba jugar como nunca. Se acordará Sergio García de su balón al poste en San Mamés y recordará su entrenador González aquel partido que encarriló pero no sentenció. Pero esa es otra película. Ahora toca pensar en el Athletic y en el Barcelona, que volverán a medirse en una final por tercera vez en seis años. Las dos últimas finales (2009 y 2012) fueron para los culés, pero los del Valverde sueñan con su vigésimo cuarta Copa del Rey.