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Consumo

La OCU denuncia la baja calidad de la carne picada de vacuno

Por Desiree PanaderoTiempo de lectura2 min
Sociedad24-02-2015

Carne picada 100% de vacuno, difícil de encontrar. En algunos casos la grasa supone un 22% del producto, siendo el porcentaje de grasa muy elevado. Sólo cinco de los paquetes que se analizan obtienen una buena o muy buena nota. En otros casos, algunos de los preparados tienen un 32% de colágeno, lo que indica que se han utilizado tendones y otras partes de menor calidad comercial. No obstante, no hay un límite legal para los preparados.

OCU llama la atención sobre el hecho de que a pesar de la baja calidad el coste de algunos productos es muy elevado. En algunos casos hay preparados de carne de hamburguesa más costosos que la propia carne picada. Casi todos los preparados poseen sulfitos, antioxidantes con alérgenos, que pueden producir reacciones si sus niveles no son los adecuados, así lo informa la OCU en un comunicado. Los productos analizados tienen abundantes colorantes y aditivos que mejoran su sabor y aspecto aunque estén próximos a caducar o incluso, después de haber sobrepasado su fecha de caducidad.

En la investigación comparativa realizada por la OCU se han estudiado la calidad de la carne, su contenido en grasa, agua o colágeno, y la presencia de patógenos o bacterias que señalan una higiene deficiente. En concreto, en el estudio se han analizado dos productos diferentes, por un lado carne picada de vacuno, y por otro lado preparados de carne picada o de carne de hamburguesa. A la carne picada no se le pueden añadir otros ingredientes como aglutinantes, hortalizas o cereales, a la carne de hamburguesa sí.

La OCU pide al Gobierno un cambio legislativo en materia alimentaria. Demanda una limitación en la cantidad de sulfitos y que se tenga en cuenta que la presencia de estas sustancias en los diferentes productos que integran la dieta puede superar en exceso los límites recomendados. La denominación real del producto no figura habitualmente de forma visible y clara. En su comunicado, denuncian la ambigüedad del etiquetado, que lo vuelve engañoso y confuso para el consumidor. También la laxa legislación que hace que la gente no distinga entre los preparados y la carne picada pura.

La OCU ha testado tres marcas de carne picada y 19 marcas de preparados de carne picada. La mayor parte de los productos de carne picada en los supermercados son en realidad preparados de carne picada. La carne de las reses de  lidia es menos demandada que otros tipos de carne, lo que abarata su precio. La mayor parte de la carne de lidia va a grandes empresas que la utilizan para hacer hamburguesas. En este caso no dejaría de ser carne de vacuno, pero, tampoco se especifica claramente en el etiquetado en muchas ocasiones que en parte o en su totalidad la carne es de reses que se han lidiado previamente.

Una de las consecuencias que tendría la implantación del Tratado Trasatlántico para el Comercio y la Inversión entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP) es que van a entrar de forma masiva alimentos modificados genéticamente sin posibilidad de saber que lo son. En Europa está prohibida la venta de carne hormonada (ternera y cerdo) y de pollo lavado con cloro, sin embargo con la firma de este tratado pasaría a ser algo legal ya que dejaría de ser obligatorio testar y etiquetar dichos alimentos, como ocurre actualmente en Estados Unidos, según advierte la Confederación Sindical del Trabajo (CGT).