Tribunales
Serbia y Croacia no cometieron genocidio según el TIJ
Por Marisol Marchal Reyeros2 min
Internacional03-02-2015
No existió genocidio. Así lo ha afirmado el Tribunal de la ONU en relación a la actuación de Serbia y Croacia en la guerra de los Balcanes. Estos países se denunciaron mutuamente por genocidio en 1999 y 2010. Después de un largo periodo de tiempo los jueces han sentenciado que no hubo intención de exterminar o eliminar a un grupo social. La guerra de los Balcanes, un conflicto desatado por razones políticas y religiosas, acaba después de casi 20 años.
El Tribunal Internacional de Justicia ha resuelto que Serbia y Croacia no cometieron genocidio durante la guerra de los Balcanes en la década de los noventa. Es cierto que ambos países actuaron despiadadamente y cometieron violaciones, asesinatos, violencia y obligaron a civiles a desplazarse. “Sin embargo, el genocidio requiere la intención expresa de destruir a un grupo humano concreto. Para que la limpieza étnica, aquí señalada, pueda desembocar en un genocidio, debe demostrarse el propósito sistemático de acabar con otra etnia. Y no fue así”, ha afrimado el presidente del Tribunal, Peter Tomka.
Por una parte, Croacia demandó a Serbia en julio de 1999 por no haber respetado la Convención para la Prevención y el Castigo del Crimen de Genocidio y de la muerte de civiles. Sin embargo, el TIJ argumenta que Serbia no había firmado la Convención cuando comenzó la guerra en 1991 sino un año más tarde. Por otra parte, la denuncia de Serbia a Croacia en 2010 se basó en la Operación Tormenta en 1995, que acabó con la vida de 7.000 personas y 230.000 desplazados. En esta caso el TIJ también ha descartado la intención de genocidio.
El TIJ ha emitido un fallo para resolver las dos denuncias. La votación de los magistrados se resolvió de la siguiente manera: la demanda de Croacia contra Serbia fue rechazada por 15 votos en contra y 2 a favor, mientras que la de Serbia contra Croacia fue denegada por unanimidad.
La guerra de los Balcanes también es conocida como guerra Yugoslava para distinguirla de la guerra que tuvo lugar en la misma zona a principios del siglo XX. La desintegración de Yugoslavia finalizó con 130.000 personas fallecidas y multitud de desplazados. La herida de la guerra ha estado abierta todos desde la década de los noventa. Las relaciones entre ambos países todavía son difíciles, pero la resolución del Tribunal Internacional de Justicia puede ser la primera cura de esta herida. Además de la sentencia el TIJ ha añadido que es momento para comenzar “a cooperar y compensar a todas las víctimas”.