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LATINOAMÉRICA

Una explosión en un hospital infantil causa varios muertos

Por Marina BurónTiempo de lectura2 min
Sociedad30-01-2015

México despertó este jueves horrorizado por la explosión de gas en un hospital materno-infantil de Cuajimalpa, en el Distrito Federal. Las autoridades dijeron que al menos eran dos los muertos (una mujer y un menor) y 60 los heridos, siete de ellos bebés. El estallido, producido durante el abastecimiento de combustible al centro, afectó a numerosas madres que acababan de dar a luz y a recién nacidos.

Más del 75% del edificio, de una sola planta, se derrumbó. Entre los escombros quedaron víctimas, entre ellas un bebé atrapado bajo una losa, que pudo ser salvado. En la tarea de rescate participó el Ejército. No obstante, las autoridades creen que puede haber más supervivientes. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, expresó sus condolencias a través de Twitter: “Mi tristeza y solidaridad a los heridos y familiares de quienes perdieron la vida esta mañana en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa”.

 La explosión se produjo a las 7.15 horas durante la carga de gas del centro sanitario, en la zona de cocinas, situada junto a urgencias. La manguera, según la primera reconstrucción, reventó y se produjo una fuga. Los intentos de frenarla fracasaron y, por causas aún desconocidas, se produjo el estallido. Los vecinos señalan que, al ser detectado el escape, el hospital lanzó una alarma.

 Numerosas personas salieron corriendo y gritando del centro, algunos con los bebés. Acto seguido se produjo la deflagración. A muchos no les dio tiempo a escapar y les alcanzó el impacto. Los vidrios de las ventanas de las casas aledañas se quebraron y los cimientos de las construcciones se agitaron. “Se escucharon quejidos muy feos y gritos de desesperación”, cuenta Ariana Martínez, una vecina que dio a luz a su bebé allí mismo hace una semana.

 Lo mismo le ocurrió a Elizabeth Pérez: “Se botó el plástico de mi ventana y después sentí un calor muy fuerte en la cara, luego todo se movió como en un temblor”. Pérez vive en una casa de ladrillos y techo de asbesto en la parte posterior del centro. En el interior del hospital solo había 18 trabajadores por tratarse de la primera hora; más de 80 estaban todavía por ingresar. “Después de la explosión me di cuenta de que el hospital se había caído”. El horror no había hecho más que empezar.

 El Papa Francisco se declaró “vivamente apenado al conocer la dolorosa noticia de la explosión acaecida cerca del hospital materno infantil de Cuajimalpa, que ha ocasionado numerosas víctimas y heridos, entre ellos muchos niños”. Ofreció además “sufragios por el eterno descanso de los difuntos” y transmitió “su sentido pésame a los familiares de los fallecidos, junto con expresiones de consuelo, viva solicitud y deseo de pronto restablecimiento de los heridos”.