PIB
El PIB protagoniza su mayor subida desde 2008
Por Cristina Guzmán
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Economía30-01-2015
El Instituto Nacional de Estadística ha dado a conocer un avance de los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral que apuntan hacía una tendencia de crecimiento estable de la economía española. El 2014 cierra por fin con datos positivos sobre el PIB y continúa la estela de los trimestres anteriores, concretamente seis consecutivos a la alza y mostrando un aumento acelerado. El incremento de la demanda interna, la moderación del precio del crudo y una tendencia positiva en el mercado laboral están detrás de estas cifras.
El año 2014 marca claras diferencias con el 2013, tras seis años sin crecimiento del PIB la tendencia se invierte. Mientras que el 2013 presentó una tasa negativa del 1,2%, la mejora que comenzó a observarse a partir del último trimestre de ese año, ha culminado en un crecimiento del 1,4% en el 2014, un aumento del 2% en datos interanuales. Con respecto al período octubre-diciembre el PIB ha mostrado un repunte del 0,7%, aunque estos datos son provisionales y el INE ofrecerá la información definitiva a partir del 26 de febrero. La tasa ofrecida para el conjunto del año coincide con las previsiones del Banco Central y del Gobierno de Mariano Rajoy, el cual corrigió su estimación de crecimiento del 1,3% y la elevó una décima. Pero los datos interanuales y trimestrales son más optimistas de lo que se esperaba; el BCE en su boletín de diciembre apuntaba a un 0,6% trimestral y un 1,9% interanual.
El BCE señala que el crecimiento de este año se debe a la “fortaleza” de la demanda interna privada, que creció un 2,1%, mientras que la demanda externa en cambio presento cifras “ligeramente negativas”. También se observó un pequeño repunte de la demanda de viviendas e inversión en equipo y otras clase de construcciones hacía finales de año. Esto supone la restauración del equilibrio en este sector, tras seis años de contracción. Las previsiones para el 2015 son igualmente optimistas y se mantiene la estimación del 2% de crecimiento del PIB. La demanda interna, la creación de empleo, una esperada estabilización del precio del crudo, la depreciación del tipo de cambio del euro y unas condiciones financieras más favorables son los pilares sobre los que se asientan las expectativas. Aún así no se puede descartar “cierta incertidumbre” en torno a el futuro del petróleo y la tendencia negativa de las exportaciones que restarán dos décimas al PIB en este 2015.