Cataluña

Jordi Pujol reitera que el dinero oculto corresponde a una herencia

Por David Sánchez Torrico2 min

España27-01-2015

Jordi Pujol, expresidente de la Generalitat, ha declarado este martes como imputado durante dos horas para explicar la procedencia de la fortuna familiar, mientras su mujer, Marta Ferrusola, se ha negado a testificar. Pujol y su esposa han llegado a la Ciudad de la Justicia sobre las 9.30 de la mañana, donde han sido recibidos con gritos y silbidos por un pequeño grupo de personas que esperaban en el exterior. A la salida, pasadas las 12 del mediodía, los Pujol fueron despedidos al grito de "¡Ladrones!".

Pujol ha reiterado, ante la juez, que el dinero oculto en Andorra procede de una herencia legada por su padre, Florenci Pujol. El expresidente de la Generalitat ha mencionado un documento manuscrito, que no ha aportado, en el que su padre explicó cómo quería que se repartiera el dinero. El documento, según Pujol, se encuentra en poder de su mujer. Según fuentes judiciales, "Pujol ha admitido que Florenci había ganado ese dinero mediante el cambio de divisas, una actividad que, según ha asegurado, era ilegal pero hasta cierto punto estaba tolerada”.

Jordi Pujol, que dirigió la Generalitat entre 1980 y 2003, ha testificado junto a su esposa y tres de sus hijos (Marta, Mireia y Pere) como imputado por blanqueo de capitales y fraude fiscal declarado. El objetivo del fiscal y la juez es averiguar si Pujol mintió al declarar que el capital oculto durante 34 años en Andorra procede de una herencia paterna, ya que sospechan que podría tener un origen distinto, algo que el expresidente de la Generalitat niega tajantemente La investigación se abrió tras la recepción de una querella por parte de Manos Limpias.

El sindicato se presentó en el juzgado tras la confesión de Pujol, que el pasado 25 de julio reveló el patrimonio oculto al fisco. Ese comunicado ofrecía muchas incógnitas referentes a la cantidad de dinero, el origen o dónde estaba. Gracias a la investigación, se ha dado a conocer que se trata de unos cuatro millones de euros depositados en la Banca Privada de Andorra, y que ya han sido regularizados. Por su parte, la defensa, dirigida por los abogados Cristóbal Martell y Albert Carrillo, se basa en tratar de evidenciar que Jordi Pujol nunca ha dispuesto de fondos en el extranjero.

Pujol ha querido dejar claro que, desde el primer momento, se desentendió de la herencia de su padre. Según afirma, su padre decidió dejar el supuesto legado oculto a su mujer y a sus hijos, en lugar de a él mismo, por miedo ante la incierta situación política de entonces. Según su versión, ese mismo miedo provocó que no impulsara la regularización de las cuentas de Andorra hasta que se vio forzado a ello el pasado verano. Pujol ha ofrecido el nombre de la persona que, supuestamente, se hizo cargo de la gestión de la herencia hasta que el último de sus hijos alcanzó la mayoría de edad. Esta persona fue Delfí Mateu, amigo íntimo y hombre de confianza del expresidente.