Italia
El Gobierno de Matteo Renzi, ante su primera huelga general
Por David Sánchez Torrico3 min
Economía12-12-2014
La primera huelga general en Italia, convocada por los dos principales sindicatos en protesta por las políticas adoptadas por el Gobierno de Matteo Renzi, ha provocado movilizaciones en la mayoría de ciudades del país, fundamentalmente en Turín, Génova y Milán, así como la interrupción de buena parte de los transportes públicos. El origen de esta huelga se encuentra en el durísimo enfrentamiento que mantiene Renzi, secretario general del Partido Democrático (PD), con el sindicato mayoritario del país, la Confederación general de trabajadores (CGIL), ligada tradicionalmente a la izquierda y al PD.
Los sindicatos muestran su descontento con la política económica, pero muy particularmente con la reforma laboral, ya que consideran que supondrá, en la práctica, el despido libre. Matteo Renzi, que no ha querido negociar esta reforma con los sindicatos por considerar anticuado su sistema, ha manifestado su "disgusto por esta paralización del país, en un momento de grave crisis económica". Por su parte, Susanna Camusso, líder de la CGIL, ha respondido a Renzi, durante una manifestación en Turín, al afirmar que "los políticos deben tener el coraje de hacer las reformas, sobre todo en Italia, donde es necesario cambiar. Paralizamos Italia para hacer que vuelva a caminar en la dirección justa. La emergencia en este país se llama trabajo y para éste exista son necesarias políticas adecuadas. No puede ser cualquier tipo de trabajo, sin derechos y sin profesionalidad. El mensaje para cambiar el país es que se debe invertir en trabajo y sobre la calidad". Si el gobierno no se sienta a negociar, algo a lo que Renzi no parece dispuesto, los sindicatos prometen más acciones de protesta, y es que esta huelga general posee una evidente motivación política para desafiar al gobierno. Las reivindicaciones se han hecho sentir en las calle, con 54 manifestaciones organizadas por los sindicatos en las principales ciudades del país. Según las centrales sindicales, que hacen referencia a "plazas completamente llenas de gente en protesta por la política económica del gobierno", la adhesión a la huelga general ha sido del 70%. En ciudades como Milán o Turín la policía ha cargado contra protestas estudiantiles, y en la capital piamontesa han sido detenidas nueve personas, mientras que cuatro, dos manifestantes y dos agentes, han resultado heridas. El transporte se ha visto también muy afectado por la huelga general contra el Gobierno de Matteo Renzi. Las tres líneas del metro de Roma han estado cerradas y el transporte público de la capital ha funcionado irregularmente, algo que ha sucedido también en otras grandes ciudades de Italia, en las que los medios de transporte o no han operado, o lo han hecho de manera restringida. Estos paros han provocado problemas en los aeropuertos, donde las principales compañías se han visto obligadas a retrasar o a cancelar algunos de sus vuelos y a ofrecer a sus clientes la opción de cambiar el billete de forma gratuita o, en ciertos casos, a reembolsar su coste. Para Giorgio Napolitano, presidente de la República italiana, "la convocatoria de la huelga general supone la constatación de la destacada tensión de los Gobiernos y los sindicatos". La disposición por parte de Matteo Renzi y Pier Carlo Padoan, su ministro de Economía, a seguir con las reformas económicas y laborales es total. De hecho, han recibido un cheque en blanco del Parlamento para ello sin tener en cuenta las consecuencias de la huelga general. Según Padoan, "la huelga no es más que la constatación ante los socios europeos de que Italia está ejecutando las reformas encomendadas". La líder de CGIL, Susanna Camusso, aseguró sobre Renzi y la situación actual en Italia que "está construyendo una pelea entre trabajadores públicos y privados, entre los que tienen poco y nada. Renzi está quitando recursos del sur para llevarlos al norte. Todo esto divide, rompe. En un clima en el que no hay trabajo, la pobreza está creciendo y los ingresos de las personas están bajando, esta es una situación explosiva".