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UNIÓN EUROPEA

Dificultades para establecer una política común

Por Julia Almagro PadillaTiempo de lectura1 min
Economía16-07-2002

La nueva dirección propuesta por el comisario europeo para la Política Agrícola Común, Franz Fischler, ha suscitado el descontento de la mayoría de los países miembros.

Sin embargo, las naciones que se muestran a favor: Alemania, Reino Unido, Holanda y Suecia solicitan que se recorte aún más el gasto del presupuesto comunitario que se destina a las ayudas para la agricultura. Basan esta petición en la necesidad de ahorrar para afrontar con mayor solvencia el proceso de ampliación de la Comunidad. Los principales detractores del texto propuesto por Fischler son España, Francia, Italia y Portugal, que afirman que la polémica reforma va en contra de los compromisos fijados en la cumbre de Berlín, de 1999. El ministro de Agricultura español, Miguel Arias Cañete, ha señalado que ve numerosos inconvenientes a la nueva política, por lo que mantuvo una reunión con su homólogo francés, Hervé Gaymard, para discutir sobre el complicado asunto. El ministro español considera que, ante el rechazo generalizado, deberán introducirse modificaciones en el texto propuesto por Fischler. La reforma, según Cañete, perjudicaría de gran manera al campo español. Pero no sufrirán el impacto de la misma manera todas las Comunidades Autónomas, sino que, teniendo en cuenta en qué productos se producirán los principales recortes, las regiones más perjudicadas serán Andalucía, Aragón y Extremadura. El punto más polémico de la PAC (política Agrícola Común) consiste en que desvincula las ayudas de la producción y en que pretende un recorte del 20 por ciento en un periodo de siete años, desde el 2004, con el objetivo de destinar los fondos que se ahorren al desarrollo rural.