RELIGIÓN
Francisco I es el cuarto Papa que visita Turquía
Por Selene Pisabarro
2 min
Sociedad29-11-2014
Francisco I tenía muy claro el objetivo que iba a perseguir durante la visita de tres días a Turquía: tenderles la mano a los más de 1,6 millones de refugiados y a los cristianos, minoría religiosa que no llega al 10 por ciento. No es el primer pontífice que viaja hasta Turquía ya que en su momento lo hicieron otros tres.
El papa Francisco ha visitado durante tres días Turquía en un ambiente convulsionado por los ataques del Estado Islámico y donde la mayoría profesa la religión del Islam. A pesar de todo esto, el Sumo Pontífice ha querido trasladar a todos los presentes durante los actos su disposición a crear un clima de diálogo en el que haya sitio para ambas religiones. Asimismo, ha criticado duramente la violencia de los grupos terroristas y ha expresado su gratitud por que Turquía sea el país que más refugiados ha acogido tras la guerra Siria. El itinerario del Papa incluía la Mezquita Azul, la segunda con estas connotaciones en este año, ya que en mayo, durante su visita a Jerusalén también entró en un templo musulmán. Tampoco es la primera vez que un líder cristiano pisa una mezquita. Su predecesor, Benedicto XVI estuvo hace ocho años en el mismo lugar que Francisco I este fin de semana, tras unas polémicas declaraciones que había realizado unos días antes sobre la violencia y el Islam. San Juan Pablo II hizo lo mismo en Damasco en el año 2001. También sus predecesores Pablo VI, san Juan Pablo II y Benedicto XVI visitaron Turquía en lo que ya forma parte de una tradición para impulsar el diálogo interreligioso. San Juan Pablo II expresó su deseo de que exista una separación entre la Iglesia y el Estado para que los ciudadanos pudiesen contribuir a la sociedad independientemente de cuál fuera su religión. El Sumo Pontífice ofició una misa en nueve idiomas en la que afirmó que “la Iglesia es fiel al Espíritu Santo cuando deja de lado la tentación de mirarse a sí misma”. Una frase cargada de significado no sólo para los cristianos allí presentes, sino también para los líderes de las diversas religiones, que deben mantener un contacto constante entre ellos. Esto sucede, especialmente en Oriente Medio, donde existen numerosos ritos como el judaísmo o el Islam. Asimismo, el Papa ha mencionado la necesidad de terminar con la situación religiosa en la que vive sumida Turquía. Allí se discriminan a las religiones que no son musulmanas, en especial la católica, que tiene menos reconocimiento que la ortodoxa o el judaísmo. Se trata del sexto viaje internacional de Francisco I desde que comenzó su pontificado hace casi dos años. Los destinos anteriores fueron Brasil, Tierra Santa, Corea, Albania y, el último, Estrasburgo, donde realizó un discurso en el Parlamento Europeo. A pesar de que esta vez, al contrario que en otras ocasiones, la agenda del Papa estaba casi vacía, ha aprovechado su viaje para acercar posturas y tender la mano a las miles de personas que se encuentran en desamparo. Para llevar a cabo este plan, ha tenido que aceptar –aunque a regañadientes-, reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.