Estados Unidos
Dimite el secretario de Defensa de EEUU a petición de Obama
Por Mara Portela1 min
Internacional25-11-2014
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, presentó hoy su dimisión a instancias del presidente Barack Obama. El secretario, que pertenece al partido republicano, fue nombrado por Obama máximo responsable del departamento de Defensa durante el año 2012, y según fuentes cercanas a su entorno, citadas por The New York Times, confiaba en seguir en su puesto hasta el final del mandato del presidente, en enero de 2017.
Durante sus dos años al frente del Pentágono, el departamento de los Estados Unidos que más presupuesto gubernamental recibe con diferencia, Hagel no ha logrado imponer su visión acerca de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Han sido varias las ocasiones en las que la burocracia interna de la Defensa de EEUU ha ignorado las decisiones y consejos del secretario, que es un veterano de guerra, cuyas principales misiones han sido recortar en presupuesto militar, presupuesto que se amplio hasta niveles extraordinarios a raíz de los atentados del 11-S, acontecidos hace trece años, asimismo planificaba la retirada de tropas de Afganistán. Antes de ostentar el puesto máximo de dirigencia de la Defensa de EEUU, Chuck Hagel había sido senador, pero aún así, el secretario nunca consiguió establecer un buen canal de comunicación con el Congreso. Otras de las causas del abandono forzado de Hagel como secretario de Defensa incluyen las divergencias entre la Casa Blanca y el Pentágono acerca de cómo planificar la guerra contra el Estados Islámico en Irak y en Siria. Como consecuencia de ello, el jefe del Estado Mayor de EEUU, el general Martin Dempsey, ha sido quien ha asumido frente al Congreso el papel extraoficial de “cara visible” del Pentágono. Asimismo, cabe mencionar otro desencuentro entre Obama y Hagel, la marcha de las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán, que deberían concluir durante la jornada de hoy y probablemente serán extendidas. La dimisión forzosa de Hagel podría deberse también a la derrota demócrata en las elecciones legislativas del cuatro de noviembre, aunque los votantes no dieron la espalda al partido del presidente por motivos de política exterior o defensa, sino más bien por la mala situación económica.