HUNGRÍA
Hungría retira el impuesto de Internet tras las protestas
Por Marina Burón2 min
Comunicación31-10-2014
El Gobierno húngaro retira el polémico impuesto sobre la tasa del uso de Internet, que ha revolucionado el país en las dos últimas semanas, según ha anunciado este viernes Víktor Orbán, primer ministro. El Gobierno anunció la semana pasada la imposición de esta nueva tasa, con el fin de recaudar hasta 60 millones de euros anuales, con un gravamen de 50 céntimos por gigabyte consumido, llegando a un máximo mensual de 2,2 euros en los hogares, y 16 euros en las empresas.
“Este impuesto en su forma actual no puede introducirse. El Gobierno quería imponer un impuesto a las telecomunicaciones, pero la gente lo ha interpretado como un impuesto a Internet” ha dicho el primer ministro, Víktor Orbán, al ver el revuelo que ha causado el anuncio de esta nueva tasa de Internet, y ha declarado en la radio pública que este impuesto no puede ser ejecutado, y ha anunciado una “consulta nacional” para el mes de enero del año que viene. El Ejecutivo ha entendido las graves consecuencias de la imposición del impuesto, y ha actuado para eliminar el malestar generado. Esta propuesta causó muchas protestas, que se convirtieron en manifestaciones multitudinarias acompañadas de decenas de miles de personas. El gobierno húngaro llevó este mes al Parlamento las propuestas de los nuevos impuestos y las nuevas tasas, entre ellos la de Internet, algo que había sido criticado por la oposición, las empresas de telecomunicaciones y de destacadas personalidades del mundo de la cultura, provocando una movilización de ciudadanos en Budapest y otras regiones del país. De hecho, en los últimos días, decenas de miles de personas salieron a la calle para protestar contra la carga de 50 céntimos por el gigabyte consumido. Estas protestas fueron “in crescendo”. Tras una primera manifestación hace una semana a la que acudieron unas 10.000 personas en la capital del país, el Gobierno decidió que el impuesto debía tener un máximo mensual de 2,2 euros para particulares y 16 euros para las empresas. Pocos días después crecieron las protestas. El pasado martes, más de 20.000 personas se manifestaron en la capital contra la propuesta, que también causó polémica en la Comisión Europea, concretamente de la comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, quien opinaba a través de un portavoz que “tasa es ir en la mala dirección, no solo porque afecta al acceso a los usuarios sino porque Hungría está por debajo de la media en crecimiento digital y esto no ayuda para impulsar su economía”. El primer ministro anunciado que el próximo mes de enero se celebrará una consulta nacional sobre Internet, mediante el envío postal a todos los ciudadanos de un cuestionario, para conocer su opinión sobre este asunto. “Debemos recibir una respuesta a la pregunta de a dónde van las enormes ganancias que se generan en Internet”, y si se podría mantener en Hungría una parte de esos beneficios, añadió Orbán. Las organizaciones civiles que han salido a la calle para protestar, se han felicitado por la retirada de los planes y se ha convocado para la tarde de este viernes una nueva manifestación para “celebrarlo”.