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OPERACIÓN PÚNICA

Medio centenar de detenidos en una macro redada anticorrupción

Fotografía
Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura1 min
España27-10-2014

Tanto la Audiencia Nacional, como la Fiscalía Anticorrupción y la Guardia Civil han llevado a cabo una macro redada contra una trama de corrupción municipal y regional que estaba instaurada, principalmente, en los ayuntamientos y autonomías de Madrid, Murcia, León y Valencia.

Hasta el momento, ha habido 51 detenidos. Se tratan de arrestos policiales, no judiciales aunque el juez de la Audiencia que dirige la operación, Eloy Velasco, está continuamente informado de cada paso que dan las autoridades policiales en esta macro redada anticorrupción. Los detenidos son trasladados a la Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos y al cuartel madrileño de Las Rozas. Estarán unas 72 horas retenidos para poder tomarles declaración. Por ahora, la policía ha hecho más de 250 registros y 400 requerimientos a entidades bancarias y compañías de seguros así como, por lo menos, 30 embargos preventivos. Esta macro redada contra la corrupción recibe el nombre de "operación púnica" y se encontraba institucionalizada y "filtrada en ayuntamientos y autonomías", aclara la Fiscalía Anticorrupción. Entre los detenidos se encuentran nombres de mucho peso en el Partido Popular: el ex secretario general del PP de Madrid y ex número dos de Esperanza Aguirre, Francisco Grabados, y el presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez. Sin embargo, también hay empresarios metidos en la trama, como David Marjaliza, quién realizó bastantes operaciones con el Ayuntamiento de Valdemoro cuando Francisco Granados era su alcalde. Comisiones millonarias a cambio de adjudicaciones En los últimos dos años, esta trama de corrupción firmó adjudicaciones públicas por un valor que redondea la cifra de 250 millones de euros. De los cuales, los políticos implicados, presuntamente, cobraban comisiones ilegales que irían desde el 2 o 3% para arriba por adjudicación. Es decir, alrededor de 7 millones de euros. Este dinero fraudulento ganado por las comisiones no iba a financiar al PP o al PSOE, sino que eran objeto de enriquecimiento personal. Se trataba de políticos ya desgastados, que veían cerca la puerta de salida, y que intentaron lucrarse a toda costa del dinero público para amasar una fortuna antes de su retirada.