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BANCA

Dimisiones y ceses por el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura4 min
Economía05-10-2014

El caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid ha provocado un aluvión de dimisiones y algunos de los implicados han afirmado que devolverán el dinero, pero será difícil que recupere todo lo que gastaron con las tarjetas: más de 15 millones de euros. A lo largo de los días posteriores desde que se destapó el escándalo han dejado su cargo siete consejeros que llegaron a utilizar más de 780.000 euros en fines privados.

Uno de los primeros en dimitir, José Ricardo Martínez, es el secretario general de UGT – Madrid. Gastó algo más de 44.000 euros con la tarjeta que tenía de Caja Madrid por su condición de consejero de la entidad. Su dimisión la anunció el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien dijo, en relación al escándalo, que "hay una dimensión legal que tendrán que dilucidar los jueces, pero en un responsable político hay una dimensión ética a la que hay que hacer frente", aseguró en referencia a la dimisión Ricardo Martínez. Sin embargo, la ética de la que habla Méndez no es extrapolable a otros dirigentes puesto que, a preguntas de los periodistas sobre si debe de haber más dimisiones por el caso, el líder de UGT respondió que él no es nadie para "enseñar caminos" ni "dar lecciones". Otra de las dimisiones ha sido la del socialista Ángel Gómez del Pulgar, miembro de la Ejecutiva del PSM. Gastó, presuntamente, alrededor de 147.700 euros con dichas tarjetas opacas. En referencia a su partido, el líder del PSOE abrirá un expediente informativo para estudiar cada caso. Sin embargo, el nombre del partido en Madrid ya está manchado por el caso de las tarjetas. Además, el PSM ha anunciado que se personificara como acusación en la causa abierta en la Audiencia Nacional, según adelantaba ayer el secretario madrileño Tomás Gómez. CCOO también está implicado. Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO, anunciaba la dimisión de Rodolfo Benito, miembro de la Ejecutiva Confederal ya que utilizó una de las tarjetas opacas de Caja Madrid cuando era miembro del consejo de administración y gastó 140.600 euros. Otra dimisión muy llamativa fue la del director del gabinete del secretario de Estado Hacienda, José María Buenaventura, tras conocerse que gastó 63.000 con las tarjetas. Los controles de Hacienda fallaron, pero la persona que está al frente del gabinete del secretario de Estado de Hacienda usó esas tarjetas. Sin embargo, en el PP los máximos responsables de momento no dimiten, sino que tienen que ser cesados. Es el ejemplo del director general de Economía de Madrid, Pablo Abejas. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ordenó su destitución porque cargó a las tarjetas opacas de Caja Madrid más de 246.700 euros desde 2006 a 2012. Además, el señor Abejas, protagonizó días después de su destitución una entrevista en la que aseguraba que “todos sabían lo de las tarjetas, pero esto es un teatro” y que le señalan a él. Asimismo, Pablo Abejas es una de las personas que defiende la legalidad de esas tarjetas. Según él, si el uso de esas tarjetas fuera un delito, "tendrían que estar en la cárcel todos los directivos de España". Por último, también dimitía la presidenta de la Fundación Caja Madrid, Carmen Cafraga, que había hecho uso de su tarjeta con unos gastos por valor de 175.200 euros. Estas tarjetas estaban envueltas en “gastos de representación”, pero nadie las usaba para fines profesionales. Eran tarjetas que se entregaban en mano y que, dependiendo del cargo de la persona que la iba a usar, tenía un tope de dinero a gastar distintos. Todo el dinero se perdía por esas tarjetas se achacaba a "errores informáticos". Las tarjetas se usaban para pagar todo tipo de cosas. Por ejemplo, el dinero que se usó para pagar comidas en restaurantes fueron 3,9 millones de euros; en desplazamientos, 2,2 millones de euros; en alimentación, alrededor de 900.000 euros y en efectivo se sacó más de 2 millones de euros, según el informe de Bankia sobre los conceptos en los que se emplearon las tarjetas. En cuanto a las devoluciones, sólo han devuelto parte del dinero algunas personas. Es el caso del exconsejero Rafael Spottorno, que gastó 223.900 euros, lo que equivale a 28.000 euros mensuales, y que sólo ha devuelto 17.000 euros. También otro exconsejero Miguel Corsini devolvió 46.700 euros, el dinero que gastó con las tarjetas, aunque sea devolución se la hizo a la Fundación Caja Madrid. Este dinero está guardado en una cuenta hasta que se determine a quién se debe ingresar. Asimismo, el exministro socialista Virgilio Zapatero afirma que reintegró los 27.980 euros utilizados en 2012, aunque Bankia asegura que gastó 36.000. Lo mismo hicieron Rodrigo Rato, que devolvió 54.837 euros, el exvicepresidente de Bankia, José Manuel Fernández Norniella, que reintegró 9.700; los exdirectores generales Matías Amat, 42.042 euros e Ildefonso Sánchez Barcoj, 90.879 euros. Un dinero, el devuelto, que aún se aleja mucho del que gastaron con las tarjetas.