Racismo policial
La calma regresa a Ferguson mientras investigan la muerte de Brown

Barack Obama se reúne con la asesora de Seguridad Nacional Susan E. Rice en el Despacho Oval (©foto: Casa Blanca/Pete Souza)
Por Jesús Espinosa
3 min
Sociedad21-08-2014
El poblado de Ferguson, en el estado de Missouri, Estados Unidos, ha recuperado cautelarmente la calma tras los altercados producidos días atrás por un posible caso de racismo policial. Una inestabilidad social a la que ya se ha referido el presidente de EEUU, Barack Obama, para llamar a la paz y a la calma.
Todo se desató por la muerte de Michael Brown a manos de la policía. Un joven afroamericano de 18 años que acababa de terminar el instituto y se estaba preparando para estudiar técnico de aire acondicionado y montar su propio negocio. Los hechos se produjeron el pasado 6 de agosto; el joven Brown recibió seis disparos, dos de ellos en la cabeza. La identidad del agente que disparó, Darren Wilson, no fue revelada hasta seis días después del trágico suceso. Todo ocurría en la localidad de Ferguson, en Missouri, donde las dos terceras partes de la población son afroamericanas aunque sus líderes políticos y policiales sean blancos. En cuanto a lo que realmente ocurrió, aún está en el aire. Quedan muchos detalles por esclarecer y muchas declaraciones contradictorias que aclarar. Sin embargo, lo que por ahora es público, es que en torno al mediodía del sábado, Michael Brown, volvía a casa con un amigo tras visitar una tienda. Durante el camino de retorno, tuvo un enfrentamiento con un policía. Él joven iba desarmado, pero consiguió agredir físicamente al policía para intentar quitarle la pistola, pero éxito, según el Jefe de la Policía del Condado de San Luis, Jon Belmar. Lo contradictorio, es que los numerosos testigos que allí se encontraban niegan que el joven intentara agredir al policía. Es más, le describen como tranquilo, y con las manos en alto cuando el policía le disparó repetidas veces. Según el amigo que acompañaba a Brown, ambos estaban caminando cuando el policía les ordenó que usaran la acera y no la carretera, lo que dio lugar a una discusión, que no justifica en ningún caso la muerte del joven a manos del policía. "No hicimos nada a nadie, ni llevábamos armas en absoluto, solo caminábamos y manteníamos una conversación", declaró a la prensa. Por otro lado, y con el fin de esclarecer si realmente el policía disparó repetidas veces contra el joven aun estando con las manos en alto y desarmado, al cuerpo de la víctima se le han realizado dos autopsias, más una tercera que aún está pendiente. La autopsia privada, llevada a cabo a petición de la familia, desvela que Brown recibió al menos seis impactos de bala, y dos de ellos en la cabeza. Uno de ellos de fue realizado desde el vehículo policía, a más de 10,5 metros de la víctima. La segunda autopsia, realizada por la policía, sigue siendo todo un misterio porque no se han revelado los resultados. Por lo tanto, el Departamento de Justicia ordenó que se realizara una nueva autopsia por parte, esta vez, de forenses independientes. Aunque los disturbios parecen haber cesado, la ciudad vivió una auténtica batalla campal los días inmediatamente posteriores al asesinato de Brown. El Gobernados de Missouri declaró la noche del sábado 16 y del domingo 17 el toque de queda en las calles y el Estado de Emergencia. Para colmo, Ferguson comenzó su jornada de toque de queda con otra muerte. Otro afroamericano fue abatido por disparos de la policía en San Luis, a seis kilómetros del epicentro de la revuelta racial. El fallecido, de 23 años, había intentado robar en una tienda armado con un cuchillo, según la versión policial. El jefe de las fuerzas de seguridad, Sam Dotson, contó que el dueño le dejó escapar y más tarde otro ciudadano avisó a los agentes del comportamiento extraño del joven en la calle. Cuando los oficiales llegaron, el sospechoso se negó a entregar el arma y acabó gritando: "Disparadme ahora". Finalmente se aproximó a apenas un metro de los agentes con el cuchillo en la mano y "postura de ataque". Entonces dos agentes abrieron fuego.