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RTVE prevé integrar Teledeporte en La 2 para ahorrar gastos

Por Sergio Castilla3 min

Comunicación02-07-2014

RTVE sigue estudiando medidas que pongan freno a la enorme crisis que atraviesa su parcela televisiva en todos los ámbitos. El ente público deberá reforzar su Plan de Eficiencia iniciado en 2012 como condición a cambio del ingreso de 130 millones de euros a cargo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Ese plan persigue ajustes en tres grandes áreas: gastos generales, gastos estructurales y plantilla. Para ello, una de las medidas que se podrían aplicar y resultan más llamativas es el cierre de Teledeporte para integrarlo en La 2. Algo que, sin embargo, no gusta a todos.

El plan para fusionar La 2 y Teledeporte -que se mantendría solo en internet- supondrá para las arcas de la televisión pública un ahorro de 16 millones de euros, según los cálculos que ha realizado RTVE. Esta decisión, además del ahorro en cuanto a la adquisición de derechos deportivos -se dejaría de alimentar un canal 24 horas-, supondría dejar de pagar a Abertis por la distribución de la señal. De media, los operadores de cobertura nacional pagan una factura de alrededor de cinco millones de euros por difusión de un canal -TVE tiene cinco-. De este modo, la corporación podrá concentrar en un múltiple (ancho de banda con capacidad para cuatro canales) toda su oferta nacional. Además, ocuparían un tercio de un segundo múltiple para las emisiones de alta definición. El proyecto de integrar el canal temático en La 2 ha generado duras críticas por parte de los productores. Ramón Colom, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE) y ex director de TVE, se ha mostrado contundente: "No toleraremos la desaparición de La 2. Es la única oferta cultural de ámbito estatal y sospechamos que el pulso entre el deporte y los contenidos culturales lo ganarán las retransmisiones deportivas”. La reconversión de La 2, apunta, tendrá un efecto letal en la industria audiovisual. Por otra parte, diversas Federaciones de deportes minoritarios como ciclismo, hockey o balonmano también han sido muy críticas, en este caso, con el cierre de Teledeporte. Como se indicaba anteriormente, la batería de medidas que se preparan para TVE no solo atañen a la estructura de los canales televisivos. Sobre el ahorro en la masa salarial, existe un escaso margen de maniobra, ya que a finales de 2013 se aprobó un convenio que blindaba la plantilla por dos años e incluía un ahorro en la masa salarial de 28,5 millones. Por ello, los ajustes habría que hacerlos en todo lo que no esté incluido en el acuerdo, como por ejemplo los pluses por responsabilidad o por programas. Otra de las medidas pasaría por una reducción del 5 por ciento de la estructura directiva. Echenique cuantificó la semana pasada los números rojos: 716 millones de euros, de los que 400 corresponden al quebranto patrimonial. La SEPI, accionista de RTVE, ha acordado una reducción del capital social en 388 millones (hasta ahora era de 1.510 millones) para reflejar la pérdida del valor patrimonial de sus activos inmobiliarios durante la crisis. De este modo, se alejaría el fantasma de la disolución de la corporación. Sin embargo, el verdadero problema al que debe hacer frente TVE consiste en un déficit estructural de 100 millones de euros. De hecho, este año RTVE tiene previsto cerrar con más 100 millones de déficit (sin contar el coste de los Juegos Olímpicos de Sochi, que suponen otros 30 millones). La caída en las audiencias es otro de los grandes problemas que aquejan a la cadena. Mientras que en junio de 2011 registraba un 14,6 por ciento de cuota, tres años después se espera que ronde el 9,5 por ciento. Una caída de cinco puntos que ha causado conflictos a la hora de buscar culpables -el Telediario perdió su habitual liderazgo a principios de 2013, lo que también ha levantado muchas críticas contra su director, Julio Samoano- y que se ha saldado finalmente con la reciente salida del director de la cadena, Ignacio Corrales, y la de su segundo a bordo, Alejandro Flórez. José Ramón Díez, que ya fue director durante los tiempos de Aznar, ha sido el elegido para levantar tan complicada situación.