EMIGRACIÓN
Medio millón de habitantes abandonó España durante 2013
Por Sergio Castilla3 min
Sociedad30-06-2014
La pérdida de población en España, algo inédito desde que se registran estos datos (1971) hasta 2012, a vuelto ha producirse por segunda vez consecutiva. En 2013, más de medio millón de personas abandonó España y sólo 291.041 decidieron venir, lo que hizo que a 1 de enero de 2014 la población se situara en 46.507.760 habitantes, un 0,47 por ciento y 220.130 personas menos que un año antes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las causas se encuentran en la caída del número de extranjeros y a la salida de ciudadanos españoles en busca de trabajo.
La caída de la población se intensifica respecto a 2012, año en el que España perdió 162.390 personas, un 0,19 por ciento. La pérdida de habitantes durante 2013 fue levemente amortiguada gracias al saldo vegetativo -nacimientos menos defunciones- que supuso un incremento en 36.719 habitantes. La mayor pérdida poblacional, en términos absolutos, ha tenido lugar entre los jóvenes. A lo largo de 2013 descendió un 3,1 por ciento la población entre 15 y 39 años de edad (477.851 personas menos). También decreció un 4,2 por ciento, en 102.358, la cantidad de niños menores de cinco años. Un total de 547.890 personas (22,7 por ciento más) se marcharon al extranjero durante el año pasado, de las que 79.306 (38,5 por ciento más) eran de nacionalidad española. La cifra de personas que establecieron su residencia en el país se redujo en un 4,3 por ciento respecto al año anterior, hasta situarse en 291.041. De esta forma, durante 2013 España registró un saldo migratorio negativo de 256.849 personas, un 80,2 por ciento mayor que en 2012. Así mismo, los ciudadanos de nacionalidad española que retornaron fueron 33.393, dejando un saldo migratorio negativo de 45.913 personas en este aspecto. De los españoles que se marcharon al extranjero, dos de cada tres (52.160) habían nacido en España. El grupo más amplio de españoles se fue a Ecuador (10.163), Reino Unido (8.220), Francia (7.749), Alemania (7.047), Estados Unidos (5.807), Suiza (3.714), Colombia (3.240), Venezuela (3.166), Bélgica (2.685) y Argentina (2.652), principalmente. La mayor parte de los españoles que se marcharon eran hombres (53,7%). Por edades, se observa que la emigración se concentra en los grupos de 20 a 49 años y en los menores de cuatro años. Sin embargo, el perfil de los emigrados varía dependiendo del destino. Por ejemplo, en el caso de Ecuador, se trata fundamentalmente de población no nacida en España o menores de 15 años, es decir, un movimiento de retorno. Esta circunstancia fue similar en la emigración a Colombia (1.428 de los 3.240 emigrantes eran nacidos en España), Venezuela (1.393 de 3.166) y Argentina (1.269 de 2.652). Por otra parte, la población extranjera se redujo en 396.658 personas (7,82 por ciento) hasta situarse en 4.676.022, debido al efecto combinado de la emigración y de la adquisición de nacionalidad española. El INE también explica que, a pesar del descenso general de la población, la personas con nacionalidad española aumentaron en 176.529 debido, en buena parte, al proceso de adquisición de nacionalidad española, que afectó a 230.581 extranjeros. Por nacionalidades, el mayor descenso en términos absolutos se produjo entre la población ecuatoriana (56.466) y la colombiana (50.772). En términos relativos, la caída fue mayor entre peruanos (-23,76 por ciento), colombianos (-22,75 por ciento), bolivianos (-22,22 por ciento) y ecuatorianos (-20,96 por ciento). La única nacionalidad que presentó un aumento de habitantes fue la italiana (1.203). La reducción de población ha sido generalizada en todas las comunidades del país, con los mayores descensos relativos en La Rioja (-1,20 por ciento), Cataluña (-0,92 por ciento) y Castilla y León (-0,90 por ciento). En términos absolutos, la pérdida de habitantes fue mayor en Cataluña (69.052), Madrid (46.003) y Comunidad Valenciana (23.990). Solo creció el número de habitantes en Baleares (0,47 por ciento), Melilla (0,06 por ciento) y Canarias (0,46 por ciento), la única comunidad autónoma, además, que tuvo saldo migratorio positivo en 2013.