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UCRANIA

Ucrania y la UE firman un pacto de libre comercio

Por Fernando GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional27-06-2014

El pacto que acabó con el Gobierno de Víctor Yanukovich, redujo el territorio ucraniano y prácticamente ha creado una situación de guerra civil ha sido finalmente firmado. La Unión Europea y Ucrania han rubricado, siete meses después, el acuerdo de asociación en el que se eliminan los aranceles entre ambos países. Este punto de la resolución político-económico fue el que desató la oposición de Rusia, que teme ver mermado el comercio con su país vecino. Un convenio similar se ha firmado con otras dos ex repúblicas soviéticas, Moldavia y Georgia. Además, la UE ha aprovechado para mandar un ultimátum al Ejecutivo de Moscú para alcanzar la paz en la zona.

El nuevo presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha rubricado el tratado que establece un área de libre comercio entre Kiev y Bruselas, con la retirada de aranceles entre ambos. Pero el texto no solo incluye temas políticos, también un compromiso para hacer las instituciones más transparentes y democráticas y un acuerdo para acabar con los visados han sido añadidos al documento. Las reacciones sobre el tratado han sido inmediatas. Mientras Poroshenko afirmaba que “este es el día más importante para la historia ucraniana después de la independencia” y los miembros de la Administración de la UE Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y José Manuel Durão Barroso, su homólogo en la Comisión Europea, se mostraban satisfechos y han calificado el tratado como el más ambicioso de la organización, el exministro de Exteriores ruso Grigory Karasin avisaba de que habrá graves consecuencias para Ucrania. Pero en un paso sorprendente, más si cabe por las últimas decisiones adoptadas desde el Kremlin que relajaban la tensión fronteriza, y por la tregua anunciada por los rebeldes prorrusos, la UE ha dado un ultimátum con fecha 30 de junio a Rusia. Para ese día, los miembros de la Comisión Europea esperan que Moscú haya cumplido cuatro exigencias en torno a la pacificación de Ucrania, o adoptarán sanciones más contundentes contra el gigante exsoviético, que hasta ahora se han limitado a penalizar a personajes vinculados con el régimen que lidera Putin. Para evitar las sanciones, Vladímir Putin, deberá aceptar que la OSCE, organismo encargado de velar por la seguridad en Europa, lance un mecanismo de verificación de control del alto el fuego en Ucrania. También le obliga a garantizar la devolución de tres puestos fronterizos bajo el control de los rebeldes prorrusos y el control de fronteras. A estas exigencias, se unen la de la liberación de rehenes, y una negociación efectiva sobre el plan propuesto desde Kiev para acabar con las hostilidades en la zona. Estas imposiciones siguen la línea de declaraciones pronunciadas por el presidente estadounidense Barack Obama, quien hace unos días amenazó con nuevas sanciones a los sectores estratégicos rusos. Aunque la contundencia de las exigencias de la UE han sorprendido a los analistas, más si cabe después de que Rusia retirara el permiso para desplegar tropas en Ucrania como gesto destinado a la estabilidad, el escenario planteado es de dudosa aplicación, por las perdidas derivadas que tendría que asumir por el cese de relaciones la UE.