CASA REAL

La ley de abdicación del Rey sale adelante en el Congreso

Por Sergio Castilla4 min

España11-06-2014

La sucesión en la Corona de España continúa su camino sin sobresaltos. Este miércoles ha dado otro paso fundamental, aunque previsible, al ser aprobada en el Congreso la ley de Abdicación del Rey Juan Carlos I. El primer relevo en la Corona desde que fuera aprobada la Constitución de 1978 sale adelante con los 299 votos de los diputados de PP, PSOE (a excepción de tres de ellos), UPyD, UPN y Foro Asturias, frente a los 19 de Izquierda Plural, ERC, BNG, Geroa Bai, Compromis-Equo y Nueva Canarias y las 23 abstenciones de CiU, PNV, Coalición Canaria y Elorza (uno de los diputados socialistas que rompió la disciplina de voto).

El protocolo ya apuntaba a que hoy no era un día cualquiera en el Congreso. A diferencia de otros casos, la votación para tramitar la abdicación de Juan Carlos I ha sido pública y en voz alta. Anteriormente, ha tenido lugar en el hemiciclo un debate sin réplicas en el que cada uno de los portavoces parlamentarios ha expresado su postura y su posición política respecto a esta abdicación su sucesión por quien será nombrado como Felipe VI. Durante las intervenciones parlamentarias, se ha apreciado una clara división partidista entre aquellos que apuestan por mantener la monarquía parlamentaria como forma del estado, tal y como manifiesta la Constitución de 1978, y, por otra parte, los que consideran que este es el momento de consultar a los españoles por el modelo que prefieren, pudiendo dar paso a uno republicano. La única sorpresa en las votaciones ha tenido lugar en la bancada socialista, donde ha decidido abstenerse el diputado Odón Elorza, mientras que Guillem García y Paloma Rodríguez han estado ausentes. Los tres han roto la disciplina de voto impuesta en el PSOE y deberán asumir una multa de 400 euros. Tras esta aprobación, el texto pasará ahora al Senado, que procederá a su tramitación, también en lectura única y por el procedimiento de urgencia, el próximo martes 17 de junio. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho una clara defensa de la Corona, insistiendo varias veces en que "la forma política de Estado no está en el orden del día de esta sesión". El líder del PP ha alabado la normalidad con la que transcurre el proceso, lo que ha justificado bajo el hecho de que "a ningún español le intranquiliza la abdicación, nadie cree que se abre una etapa de incertidumbre". Rajoy ha proseguido su optimista discurso afirmando que, durante los últimos 39 años de reinado, España se ha convertido en "una economía desarrollada, un país de derechos y libertades, un actor internacional integrado y respetado", además de "una democracia consolidada y estable". El líder de la oposición y secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en línea con el presidente del Gobierno, ha afirmado que el Congreso debate esta norma para hablar "sobre la abdicación y solamente sobre la abdicación". No obstante, ha puntualizado que la abdicación "no sólo significa una renovación generacional", sino la apertura de "un tiempo nuevo de diálogo y renovación institucional" que debería incluir una reforma de la Constitución. El líder socialista ha declarado que desde su partido no "ocultan su preferencia republicana", pero a la vez son "compatibles" con la monarquía parlamentaria, ya que su prioridad es respetar el consenso constitucional. Una de las voces que ha cuestionado la actual forma del Estado ha sido la del coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, quien ha defendido que "los ciudadanos de este país decidan libremente cuál quieren que sea su futuro. Hoy hablamos aquí de Monarquía o república, de derecho de sangre o de urnas", ha insistido. Por su parte, la portavoz de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez, sí ha defendido una sucesión tranquila porque "la forma del Estado no garantiza nada y el Rey supo entender las demandas de la sociedad española", aunque también ha abogado por que "el nuevo jefe de Estado tiene que estar al lado de la regeneración democrática". El representante de Convergència i Unió en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, ha justificado la abstención de su partido bajo el argumento de que "las fuerzas mayoritarias llevan tiempo excluyéndonos de la historia de España". En cambio, Esquerra Republicana, mediante su portavoz, Alfred Bosch, ha sido más contundente en su rechazo a la Corona, cuyo cambio ha calificado de "un relevo entre aristócratas". Bosch ha asegurado que pone en la "república catalana" la "esperanza" y ha insistido en que decidirán y votarán en la consulta soberanista programada para el 9 de noviembre. Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, ha explicado que la abstención de su partido se basa en que "hace 36 años el PNV fue excluido de la ponencia constitucional y en Euskadi nunca nos hemos sentido parte de aquel acuerdo", por lo que "el PNV entiende que no se siente comprometido con el marco legal del Estado". Uno de los discursos más duros contra la monarquía ha sido el del representante de Amaiur, Sabino Cuadra, quien ha calificado a Juan Carlos I como "el rey de las dos caras" y ha afirmado que "pretenden colarnos otros 40 años más de lo mismo, de aquel régimen que nace de aquella Transición tramposa". El fuego contra la monarquía ha sido avivado una vez más tras intervenir el portavoz de Compromís-Equo, Joan Baldoví. Tras mostrar una publicación de la revista El Jueves que ironizaba sobre la sucesión y que no se llegó a publicar, ha declarado que "si esto se puede censurar, algo huele a podrido en el reino de España". Para finalizar, la polémica ha proseguido con la intervención de Alfonso Alonso en representación del PP, cuyo discurso apenas ha variado respecto al de Rajoy. Sin embargo, ha querido dejar un mensaje para Amaiur tras la intervención de Cuadra: "Una cosa es la política pequeña y otra la miserable. Amaiur no homenajea al Rey, homenajea a los asesinos de ETA".