IRAK
Integristas musulmanes del EIIL toman la ciudad iraquí de Mosul
Por Fernando García2 min
Internacional10-06-2014
El mundo islámico sigue en estado de agitación. Mosul, la tercera ciudad más importante de Irak, ha caído en manos del grupo integrista Estado Islámico de Irak y Levante. El EIIL ha tomado el emplazamiento tras cuatro días de asedio sin encontrar apenas resistencia por parte de las autoridades. Los insurgentes, que ya controlaban la provincia de Anbar desde enero, han tomado posesión de los edificios gubernamentales y han liberado a los presos de las cárceles, muchos de ellos considerados terroristas. Las autoridades iraquíes reclaman la ayuda internacional.
El EIIL, vinculado a Al Qaeda, no ha detenido su avance en la ciudad ocupada. La capital de la provincia de Nínive, fronteriza con Siria y a tan solo 400 kilómetros de Bagdad, ha sido otro paso más en su ofensiva. La ciudad natal de Saddam Hussein, Tikrit, ve de cerca como se han registrado los primeros enfrentamientos en la vecina Salahedín, y los dirigentes de la facción islamista ya han advertido que continuaran con su ocupación. El presidente del Parlamento, Osama Al Nujaifi ha declarado el Estado de Emergencia y ha calificado la situación de muy grave, sobre todo por la falta de defensa de las fuerzas gubernamentales. Se repiten escenas como las vividas en Faluya, donde los grupos de defensores se marchaban y abandonaban el armamento, que era posteriormente requisado por las fuerzas del EIIL. El conflicto ha tomado matices religiosos, al ser el grupo del Estado Islámico de Irak y Levante una organización que busca un gobierno de corte religioso, y ser sus miembros pertenecientes en su mayoría a la secta chií, a la que pertenecía Hussein, en contra de la secta gobernante de Irak, la suní. Además, se da la circunstancia de que el EIIL ha aumentado sus pretensiones, y desea que el futuro implique también a Siria (de ahí la inclusión de Levante en su nombre), acto que va en contra de los planes de Al Qaeda, que pretende que se centre en Irak. El enfrentamiento ha provocado en lo que va de año 4.660 muertos. El primer ministro en funciones, Nuri Al Maliki, ha llamado a la movilización total. “La gravedad de la situación requiere la adopción de medidas necesarias y urgentes, así como acelerar la petición al Parlamento para que afronte sus responsabilidades y anuncie el Estado de Emergencia y movilización general”, ha manifestado. Tanto él como Al Nujaifi, han reclamado la cooperación de la población y de las organizaciones tribales, lo que recuerda al sistema estadounidense de la ‘sahwa’, que pagaba a tropas civiles por luchar contra integristas. Se da la situación de que el hermano del presidente del Parlamento es el gobernador de Nínive, y permanece en la ocupada Mosul, en un intento de organizar la resistencia ciudadana. Mientras tanto, los población civil se refugia en la región autónoma del Kurdistán, que en la actualidad es la zona más segura. Desde 2003, la región ha acogido tanto a cristianos de Irak como a musulmanes que huían de los conflictos, y ahora han recibido una afluencia de refugiados kurdos de Anbar y Mosul.