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UCRANIA

Rusia acuerda el desarme de las milicias en Ucrania

Por Fernando GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional18-04-2014

Lo que no pudieron ni las demostraciones armadas ni las movilizaciones de tropas, lo ha podido la economía. En la tarde del Jueves Santo, Rusia ha acordado proceder con el desarme inmediato de los insurgentes prorrusos en las regiones fronterizas ucranianas. La cumbre de urgencia celebrada en Ginebra, entre EE.UU., la UE, Ucrania y la propia Rusia, se ha saldado con una declaración de intenciones por parte del ministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Lavrov. A cambio, su homólogo ucraniano Andrei Deshchytsia se ha comprometido a cambiar la Constitución para garantizar los derechos de los ciudadanos rusófonos.

El acuerdo alcanzado llega precedido de un aumento de intensidad en las acciones de las partes implicadas. Sin embargo, no ha sido las declaraciones unilaterales de independencia de territorios ucranianos como Donetsk ni la subida de tono del discurso del presidente ruso Vladímir Putin. Tampoco la movilización de tropas por parte de Ucrania o los 40.000 soldados desplegados en la frontera por Rusia. El compromiso se alcanza después de dos situaciones acaecidas con anterioridad a la cumbre de ministros de Exteriores: En primer lugar la reunión trilateral para tratar el problema de la deuda de 2.000 millones ucraniana contraída con la empresa de gas rusa Gazprom, con inclusión de la UE. Por otro lado el anuncio por parte de la Casa Blanca de nuevas sanciones si la reunión de Ginebra no fructificaba. El tratado supone una vía para la normalización de la zona en la que ambas partes ceden terreno. El ministro Lavrov se compromete al desarme de los grupos armados ilegales y la devolución de las dependencias gubernamentales ocupadas. Por su parte desde Kiev acuerdan la reforma de la Carta Magna para garantizar los derechos de las minorías de etnia rusa y ruso parlantes. Ambas facciones también han convenido la amnistía de los implicados en las revueltas. Aunque éste consenso es un paso importante para frenar la creciente tensión entre las dos ex repúblicas soviéticas, el tema de Crimea sigue en el aire. Para garantizar el cumplimiento de lo negociado, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha acordado el envío de observadores a la zona. El ministro de Asuntos Exteriores estadounidense John Kerry puso énfasis en la necesidad del cumplimiento de las clausulas: “Si no hay progreso, si no hay pasos concretos, habrá sanciones y costos adicionales”. El proceso se augura largo y laborioso, pero se espera que la presión internacional consiga frenar la violencia que amenazaba con convertirse en un conflicto armado de grandes dimensiones.