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El Foro Social da cita en Sevilla a una ‘Cumbre Paralela’

Por Ana María RiazaTiempo de lectura2 min
España23-06-2002

Viernes tarde. Once hombres y dos mujeres protagonizan un desnudo integral en la plaza de San Francisco, en pleno centro de Sevilla, en representación de la transparencia ciudadana frente al innegable poder de las entidades financieras. Apenas a trescientos metros de allí, en plena calle Sierpes, dos jóvenes indígenas tiran de un carro al ritmo que les marca el presidente de la Unión Europea, José María Aznar, mientras son vitoradas por un centenar de activistas.

Multitudinario como siempre, el movimiento antiglobalización despertaba el pasado viernes con motivo de la cumbre de Sevilla, que ha clausurado el semestre de la Presidencia española en la Unión Europea. Con pasacalles, talleres y múltiples representaciones teatrales, el Foro Social se veía una vez más apoyado por los cientos de grupos anarquistas, sindicales y ecologistas venidos de todo el mundo, en su programa de actividades antiglobalización. Pero no todo era música y color en Sevilla. Las organizaciones Intermon Oxfam, Greenpeace, Amigos de la Tierra y WWF/Adena hacían entrega el pasado viernes de un carta a los Jefes de Estado de la UE demandando un esfuerzo europeo durante la celebración de la próxima Cumbre de Desarrollo Sostenible de Johanesburgo, en la lucha contra la pobreza y en el impulso por la protección medioambiental. Asimismo, Amnistía Internacional hacía un llamamiento a los dirigentes de la Unión Europea para que rechazasen la propuesta del Gobierno de Aznar a cerca de la adopción de medidas contra aquellos países que se nieguen a colaborar en la lucha por la erradicación de la inmigración ilegal en la Europa democrática. "Todavía no hemos visto que la Unión Europea esté dispuesta a ejercer el mismo grado de presión a la hora de ejercer los Derechos Humanos", afirmaba Dick Oosting, director de Amanistía Internacional, quién aún espera que la UE cese en su preocupación por el aumento de sin papeles dentro de sus fronteras, para centrarse en las verdaderas razones que empujan a los inmigrantes a huir de sus países de origen. La contracumbre finalizaba con una multitudinaria marcha por las calles de Sevilla, organizada por los miembros del Foro Social sevillano. Acompañada de un éxito moderado en comparación con la Cumbre celebrada en Barcelona el pasado mes de marzo, la manifestación daba cita a más de 250.000 personas, según los organizadores -cifra que, más adelante, la Delegación del Gobierno rebajaría a 20.000 y los efectivos policiales de la zona, a 50.000. Sindicalistas, intelectuales de izquierdas, representantes de la Plataforma por el 0´7, colectivos homosexuales y ecologistas poblaban las calles de la capital andaluza en busca de una globalización alternativa a la propuesta por las grandes superpotencias mundiales. Por su parte, los efectivos policiales dispuestos por las Fuerzas de Seguridad en torno a los pabellones de Congreso tuvieron su efecto: la jornada se saldaba con un total de tres detenidos por incidentes menores. Días antes, el portavoz del Foro, Joaquín Uría, criticaba el "hostigamiento constante" practicado sobre los antiglobalización, y denunciaba las continuas identificaciones que la policía y demás fuerzas llevaban a cabo entre las personas que se acercaban a las mesas de información proporcionadas por el Foro. El Movimiento de Resistencia Global es una corriente con más de una década de trayectoria, que aúna fuerzas de grupos sindicalistas, ecologistas o indigenistas, en su búsqueda por la abolición sistemática de los problemas que se destilan de la globalización económica mundial, a través de la distribución equitativa de la riqueza.