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MÚSICA CLÁSICA

Claudio Abbano: el maestro humilde

Por Pedro Plasencia MartínezTiempo de lectura2 min
Cultura21-01-2014

Hijo de un violinista y de una pianista, Claudio Abbano empuñó la batuta desde su más tierna infancia. Con tan sólo siete años quedó fascinado por las maravillas que la música clásica ofrecía. Empezando con el piano en el Conservatorio de Milán, su nombre no se daría a conocer hasta su debut en 1958 en Trieste. Ese mismo año sería distinguido en Estados Unidos ganando el premio del Concurso de Dirección Orquestal Serguéi Kusevitski.

En su posterior periplo musical ocupó el cargo de director de la orquesta filarmónica de Berlín sustituyendo la pérdida de Herbert von Karajan desde 1989 hasta su despedida en el 2002. A lo largo de su carrera, el maestro que no quería ser llamado maestro también se encargó de los prestigiosos teatros la Scala de Milán o la Ópera Estatal de Viena. En su larga vida destacó además la faceta de educador musical, el compositor se interesó por las zonas más desfavorecidas y con mayor índice de delincuencia, dotándolas de centros culturales. Con el objeto de impedir la exclusión social de los jóvenes, el director de orquesta milanés apoyó el desarrollo de instituciones como la Joven Orquesta Europea o la Orquesta Juvenil Gustav Mahler. A este músico le debe precisamente Abbado su fama internacional, sus interpretaciones de la 5ª Sinfonía le facilitaron numerosos elogios en el Festival de Lucerna, cuya página web se despedía esta semana de uno de sus grandes colaboradores. Entre el público milanés el artista tenía fama de revolucionario por ser simpatizante de los pobres y de los presidiarios. Abbado demostró este atrevido apoyo promocionando una política de abaratamiento de entradas en la Scala y llevando la música a cárceles y a hospitales por igual. Su compromiso fue premiado por diversos países, Francia le concedió la Legión de Honor, Japón el Premio Imperial, Alemania la Cruz federal al mérito y en su país natal le recompensaron con la Gran Cruz de Italia. Sus triunfos le aseguraron el puesto de director de orquesta del Concierto de Año Nuevo en dos ocasiones. El maestro italiano ha fallecido en la ciudad de Bolonia a los 80 años tras haber combatido una larga enfermedad provocada por un cáncer de estómago, según fuentes familiares. El músico había sido nombrado senador vitalicio de Italia en el mes de agosto, una de sus últimas voluntades fue designar los honorarios a la Escuela de Música de Fiesole, una pequeña ciudad perteneciente a la provincia de Florencia.