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TOROS

La corrida de la Beneficencia cae en descrédito por los toros

Por Almudena Hernández PérezTiempo de lectura2 min
Espectáculos13-06-2002

Que se la den el año que viene a los enanitos toreros, que se enfrentan a astados proporcionalmente más ofensivos y propicios de un mejor espectáculo que el que dieron los toros de Núñez del Cuvillo el pasado jueves día 13. La corrida de la Beneficencia, la más importante del año, citó en Madrid a una multitud en busca de un triunfo que nunca llegó.

A los enanitos toreros les quieren quitar el pan algunos políticos, que piden que no se utilice la discapacidad para regocijo y burla de los tendidos. La fiesta de los toros es respetuosa con quien lo merece. Estos toreros demuestran en el ruedo que saben cómo son y la profesión que quieren desempeñar. Es más: lo de estos pequeños grandes profesionales es otra historia mucho más digna que la que en ocasiones se ofrece hasta en el mismísimo ruedo de la Monumental de Las Ventas, la plaza más importante del mundo. En la plaza de toros de Madrid sí que se está perdiendo el respeto y pocos se quejan de que le toman el pelo al público, que es el que paga, el que mantiene el asunto. Lo de la corrida de la Beneficencia ha sido una gota más para el vaso: una inválida y remendada corrida de toros de Núñez del Cuvillo, con todos los respetos a las personas discapacitadas -por lo de "inválida"-, a los costureros -por lo de "remendada"- y a las vacas -por llamar "toros" a eso-. Tampoco parecen tener mucho respeto a los aficionados -no a los del colorín que van un día al año a la plaza- quienes consienten que salgan esos toros al albero. Los toreros también, sobre todo los que tienen suficiente categoría para exigir. Se citaron en Madrid el jueves Manuel Caballero, José Tomás y José Antonio Morante de la Puebla, que intentaron que no se cayesen sus oponentes, a los que mataron -salvo la excepción de la estocada de Caballero al primero- con reiterados pinchazos. Poco más hubo en Las Ventas, a no ser de la profesionalidad de un torero de plata que debería tenerse en cuenta para la próxima corrida de la Beneficencia junto con los enanitos toreros: José Antonio Carretero, un torero de plata que vale su peso en oro.