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CINE

Alfredo Landa se queda en el recuerdo

Por Rita CasdeloTiempo de lectura2 min
Espectáculos09-05-2013

"El sentido del humor consiste en saber reírse de las propias desgracias", decía el actor Alfredo Landa, algo que enseñó a lo largo de su carrera, no solo a los que han trabajado con él, sino a todo el público que ha disfrutado de sus películas. Un nuevo género apareció gracias a su forma de hacer cine: el landismo, único apellido español que ha dado lugar a un género cinematográfico.

El landismo intenta aunar la comedia fácil con cierto erotismo de baja intensidad, muy habitual en las películas protagonizadas por Alfredo Landa. Han sido más de 120 las cintas que han servido a Alfredo Landa para ganarse el título de mujeriego dentro del mundo del cine, aunque en su vida real, su mujer ha estado a su lado más de cincuenta años. Películas como Canción de cuna, Historia de un beso, Las verdes praderas o El bosque animado conforman solo una pequeña lista. Fue en 1987, tras 25 años trabajando como actor (empezó a los 29), cuando le llegó el primer reconocimiento cinematográfico gracias a El bosque animado. Su segundo Goya llegó en 1992 gracias a su trabajo en La marrana pero, sin duda, el más emotivo fue el Goya de Honor recibido en 2008. Un año antes los escenarios para siempre, tras anunciarlo en el Festival de Malaga: "cuando se pierde la pasión, hay que decir adiós". La gala de los Goya se rindió ante un Alfredo Landa emocionado. Además, el festival de cine de Cannes galardonó la interpretación de Landa en Los santos inocentes, que también lo llevó a los premios ACE de Nueva York. El teatro se convirtió su gran aliado cuando el cine lo dejaba sin ganas. En los años 60 obras como Un paraguas bajo la lluvia o El alma se serena tenía el honor de contar con Landa entre el reparto. Y aunque en televisión no era habitual verlo, sí participó en más de una producción, la última, la exitosa serie de Telecinco Los Serrano, en donde hacía de hermano de Antonio Resines y Jesús Bonilla. Otras producciones televisivas han sido Confidencias, Tiempo y hora o Tiempo y hora. Su carácter y su fortaleza, han hecho del actor navarro un emblema en el mundo de la interpretación. José Sacristán, uno de los encargados de entregarle el Goya de Honor en 2008, afirmó al recoger este año su Goya que solo echó de menos "que Alfredo Landa me hubiera abrazado".