REINO UNIDO
Miles de británicos despiden a Margaret Thatcher
Por Ana Pascual Ases3 min
Internacional17-04-2013
Miles de personas se han concentrado en el centro de Londres para despedir a Margaret Thatcher, fallecida el día 8 de abril a los 87 años. Durante el acto se han desplegado más de 4.000 policías por la ciudad mientras el féretro recorría las calles. La ex primera ministra ha sido escoltada por 700 militares, muchos de ellos veteranos de la guerra de las Malvinas. El funeral ceremonial ha sido presidido por la Reina Isabel II, que ha asistido acompañada de su esposo, el duque de Edimburgo. Algunas personas han abucheado a Thatcher en algunos puntos del recorrido, por ello, el obispo de Londres, Richard Chartres, ha pedido en la ceremonia dejar a un lado la controversia que ha rodeado la vida política de la ‘Dama de Hierro’.
Las campanas del Big Ben se han silenciado por primera vez desde 1965 para marcar la salida del coche fúnebre de Thatcher desde la capilla de St. Mary Undercroft en el Palacio de Westminster. La comitiva ha recorrido el centro de Londres, pasando por la residencia del primer ministro en Downing Street hasta alcanzar la capilla de la Royal Air Force (RAF) de San Clemente. Desde este lugar, el féretro cubierto con la bandera británica ha sido trasladado a un carro de cañón de la Primera Guerra Mundial tirado por seis caballos de la Real Artillería, para comenzar así la procesión. En el último tramo del recorrido se han unido los 700 militares y los nietos de la ex mandataria, Michael y Amanda Thatcher, que han caminado tras el ataúd portando cojines con la insignia bordada de la Orden del Mérito. Durante el desarrollo de la procesión, y desde la Torre de Londres, la Honorable Compañía de Artillería ha realizado un disparo por minuto en su honor, por expresa petición de Thatcher, no se ha efectuado el vuelo rasante de aviones de la RAF, ya que no quería que se le rindiera ese homenaje aéreo. Más tarde, la guardia de honor galesa, al servicio de la Royal Navy y Royal Marines, han recibido a la comitiva en las escaleras de la catedral de San Pablo, donde se ha iniciado el servicio religioso cerrado al público. El funeral ha sido dirigido por el Decano de San Pablo, el Dr. David Ison, pero el sermón ha sido oficiado por Chartres y la bendición por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby. Durante la ceremonia su nieta Amanda y el jefe de gobierno, David Cameron, han leído dos pasajes del Evangelio de San Juan, así como el obispo de Londres ha recordado a Thatcher como “uno de los nuestros”. Entre los asistentes al funeral, han figurado más de 2.000 invitados, como los jefes de gobierno Benjamín Netanyahu de Israel, Stephen Harper de Canadá, Mario Monti de Italia, Donald Tusk de Polonia o Sabah Al Ahmad Al Sabah de Kuwait. También han asistido los ex mandatarios británicos, el alcalde de Londres, Boris Jhonson, y el primer ministro, David Cameron. España ha sido representada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, el embajador, Federico Trillo, los ex presidentes, José María Aznar y Felipe González, y la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, invitada en calidad de Commander de la Orden del Imperio Británico. Por otro lado, se han ausentado el ex dirigente soviético, Mijail Gorbachov, y Nancy Reagan, la viuda del principal aliado de Thatcher, Ronald Reagan, tampoco ha presenciado el acto ningún representante de la Administración de Barack Obama, así como ningún otro de Argentina, debido a la tensa relación con Reino Unido por las islas Malvinas. Aunque David Cameron ha considerado que el acontecimiento ha sido “adecuado para una gran primera ministra”, muchos se han manifestado en contra del funeral debido a la política de la ex ministra, añadiendo que “estoy aquí por todos los que murieron en su guerra, en la pobreza o en la desesperación”, así como por el coste del acto, “no estoy contento con pagar el funeral de Thatcher”, que ha supuesto un coste de 10 millones de libras, y ha sido sufragado por los hijos de Thatcher, Mark y Carol, y por fondos públicos. Este hecho ha hecho visible el rencor que queda por parte de la izquierda hacia la ex mandataria, que también se pudo ver el sábado en la protesta organizada en la plaza de Trafalgar.