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RELIGIÓN

Benedicto XVI se despide tras un Pontificado con días de luz y de sombra

Por Chantal SalomTiempo de lectura2 min
Sociedad28-02-2013

Un 19 de abril de 2005 a las 17,50 horas empezaba a salir humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina y pocos minutos después, comenzaban a resonar las campanas en Roma. Había sido elegido el sucesor de Juan Pablo II en el cuarto escrutinio. Cerca de una hora después, el cardenal chileno Jorge Arturo Medina Estévez pronunciaba las palabras esperadas 'Habemus Papam'. Joseph Ratzinger, bajo el nombre de Benedicto XVI, era el nuevo Papa. Hoy, 28 de febrero de 2013, Benedicto XVI se despide del Vaticano y pone rumbo a la residencia estival de Castel Gandolfo.

Tal y como declaraba ayer Benedicto XVI en su última audiencia general en la Plaza de San Pedro, la Iglesia ha pasado durante sus ocho años de Pontificado por días de luz en los que las aguas estaban tranquilas, como podrían ser las Jornadas Mundiales de la Juventud de Colonia y de Madrid, y otros en que ha tenido que atravesar por días de sombra, como serían el caso Vatileaks o la lucha contra los abusos sexuales. Además, desde antes de ser elegido Papa, Ratzinger tuvo que asumir un papel difícil como prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, al frente de la cual le puso Juan Pablo II, en la lucha contra los casos de abusos sexuales por parte de miembros del clero que entonces empezaban a emerger en países como Irlanda y Estados Unidos. Durante su Pontificado, Benedicto XVI se ha reunido con las víctimas de abusos a las que ha pedido perdón y también en mayo de 2011 envió, a través del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal William Levada, una carta circular con el modo de actuar frente a estos casos a todas las Conferencias Episcopales del mundo, las cuales a su vez han tenido que redactar sendas líneas guía de actuación. Caso de su exmayordomo Concretamente, el escándalo de la filtración de documentos reservados, que ha concluido con la concesión del indulto a su exmayordomo, Paolo Gabriele, ha sido el último escándalo al que ha tenido que enfrentarse el Pontífice. Un caso que comenzó cuando aparecieron publicados documentos privados del Papa y por lo que el Vaticano abrió una investigación criminal en 2012. La policía vaticana arrestó al exmayordomo tras un juicio en el que fue declarado culpable y condenado a 18 meses por robo de documentos del Pontífice. Después de exactamente 2.873 días al frente de la Iglesia católica, a las 20.00 horas ha entrado en efecto su renuncia como Pontífice. Se abre de este modo un nuevo capítulo en su vida y sobre todo en la de la Iglesia, que desde hace 700 años no vivía la dimisión de un Pontífice.