ANÁLISIS DE CULTURA
Un Goya al mar
Por Marta G. Bruno2 min
Cultura20-02-2013
“Si todos nuestros actores famosos pagaran sus impuestos, bajaría el déficit”. Cristobal Montoro saca los colores a los mismos que pusieron España a caer de un guindo. De la Blancanieves del cuento, adornada con lujosas prendas de Dior y brillantes joyas de Bulgari, a la madrastra que trataba de engañarnos a todos con hipotecas de dudosa credibilidad. La Gala de los Goya debería haber brillado por el éxito de la recaudación del cine español el pasado año. Un éxito que no se veía en 27 años, gracias a producciones como Lo imposible o Tadeo Jones. Pero la presentadora de tal plataforma política, ataviada con una mala educación que dejaba el lujo del certamen en chabacanería insana, prefirió comparar los 106 millones que ha recaudado el cine español con el rescate de Bankia. ¿Por qué no recuerdan los mismos que braman por mantas y agua en los hospitales (recursos que por experiencia sé que hay en los centros) que el cine español nos cuesta 146 millones de euros al año? ¿por qué nos obcecamos en hundir más la Marca España? Eva Hache se rió del ministro Wert en plena cara. “Le voy a decir sólo una cosa: felicidades. ¿No se lo esperaba? Se lo dicen poco últimamente, no me extraña". Pero no le recordó que la Ley de Financiación del Cine sigue intocable, pese a ser una de las promesas del Partido Popular al llegar al Gobierno. Aunque ya no vivimos el derroche sin control de la era Zapatero, las ayudas no cesan. El Instituto de Crédito Oficial no se olvida de subvencionar las películas en hasta un 50 por ciento. Tampoco la televisión pública, que está obligada a desembolsar un 6 por ciento de su facturación en producciones europeas. Las Autonomías también han arrimado el hombro, con Cataluña y Andalucía a la cabeza. El desenlace ya se conoce. Que los espectadores no se equivoquen. Puede que las protestas por los españoles sin casa supongan tan sólo el caparazón, tras el que se esconde la verdadera razón del asunto: la bombona de oxígeno se desinfla desde los 76 millones de euros en 2011 a los casi 40 este año. A nadie le gusta que le toquen el bolsillo, pero la interpretación, mejor en la gran pantalla. En este circo mediático son pocos los que mantienen la cordura. Sólo los que más deberían brillar, como la protagonista real de Lo imposible. María Belón lanzará el Goya que Antonio Bayona le entregó al mar, porque “los auténticos propietarios” son las 230.000 personas que fallecieron en el Tsunami. Verdaderos triunfadores como Bayona quedan en segundo plano.